Cayetana, vestida de rojo Fénix, de pluma flamígera, de diablesa del hombro izquierdo (o derecho), lo dijo ya al final, como si aquel teatro oscuro y encopado se mereciera el clímax del Don Giovanni de Mozart: “No me van a echar del partido”. Nadie se presenta así, de sirena de fuego, de cigarrera de gala, de pájaro de Stravinski, para anunciar su rendición ni su muerte política. Algunos piensan que este libro es un ajuste de cuentas, pero eso se hace cuando uno ya está muerto o se va a morir o se va a meter a monje radiofónico, a reliquia. Un libro así, escrito bien vivo y tras el que quedas viva y fuerte, como una dominatrix de rojo, eso es otra cosa. Eso es un manifiesto.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Edad de jubilación en máximos históricos y anticipadas en mínimos
- 2 El mapa interactivo que muestra cómo era Madrid en el siglo XIX
- 3 Sánchez se compromete a ceder siete transferencias a Euskadi en octubre y la Seguridad Social en 2025
- 4 Un ‘Thyssen indiano’ para el Paseo del Arte: Almeida da por hecho que la colección Pérez Simón se queda en Madrid
- 5 El TSJM rechaza los recursos y cierra la causa de los tres policías que abatieron a un joven en Vallecas
- 6 Arabia Saudí pregunta a Gil Marín por el precio del Atlético
- 7 'Viva tu': Manu Chao vuelve 17 años después para cantar a un mundo que no ha cambiado tanto
- 8 "Los griegos empezaron a disfrutar durante el Imperio romano"
- 9 Muere el jefe de operaciones de Hizbulá en el ataque contra Beirut