Nos toman por idiotas, por moldeables, manejables, manipulables y poco leídos. Nos consideran moneda de cambio a la que usar, no a la que servir. Conocen nuestros breve interés por las cosas y la volatilidad de nuestras polémicas, más propias de Twitter que del Congreso de los Diputados. No se engañen, a España la gobierna en las grandes cosas ERC y Bildu. Esta misma semana seguían hablando Bolaños y Junqueras para determinar qué cabeza cortaban. El primero, el responsable de enviar periódicamente al CCN (Centro Criptológico Nacional) el teléfono móvil del Presidente Sánchez para ser chequeado de posibles pinchazos de Pegasus, y no lo hizo durante meses. El segundo, condenado a 13 años por sedición e indultado, sabe de la debilidad de este Gobierno y que debe aprovecharse y pronto de él, no va a durar mucho más, y lo que venga no le permitirá seguir siendo el Presidente de España en la sombra.

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