Uvalde. Texas. Hasta pocos días nadie conocía esta perdida ciudad en el interior del Estados Unidos más profundo. Con un 80 por ciento de población latina, la mayor parte de ella de origen mexicano no era ni mucho menos un cruce de caminos. En esta población habían crecido ya varias generaciones que, sin perder ni su lengua original, ni sus costumbres ni su cultura, ya son tan norteamericanos como el que más. Hoy, el nombre de este municipio es conocido en el mundo entero por haber sido escenario de la mayor masacre en lo que va de año en los Estados Unidos: 21 muertos, 19 de ellos niños, abatidos por los disparos de un demente en plena locura criminal que acababa de adquirir dos rifles y no dudó en utilizarlos.

Para poder acceder a este y otros contenidos debes de ser suscriptor.

Opciones de suscripción

¿Todavía no estás seguro? Consulta aquí todas las ventajas de suscribirte a El Independiente.

¿Ya eres usuario Premium?

Identifícate