El próximo domingo 25 de septiembre se convertirá en una fecha marcada para siempre en la historia y en el calendario político de mi amada Italia. A menos de 48 horas, en el momento en el que envío este artículo, la preocupación es máxima ante unas elecciones que pueden suponer un vuelco definitivo, no sólo al panorama político del país transalpino sino de Europa entera y del mundo libre. Me estoy refiriendo a la posibilidad, lamentablemente muy previsible, de que la extrema derecha, acaudillado por Giorgia Meloni con  ‘FRATELLI D’ITALIA’…, HERMANOS DE ITALIA se alce con el triunfo electoral y pueda gobernar en compañía de otros viejos conocidos, no menos indeseables, como Matteo Salvini al frente de la ‘Liga’ y Silvio Berlusconi con su ‘Forza Italia’.

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