Marlaska no quería seguir como ministro, se sabe quemado, casi achicharrado por tantas polémicas y decisiones contrarias a lo que él había defendido como juez. Mucho antes de que Francina Armengol dictara fecha para la investidura de Sánchez, ya estaba recogiendo sus cosas del despacho. Su secretaria fue a comprar grandes bolsas para tirar lo innecesario y buscó cajas para llevarse los recuerdos más queridos, mientras la trituradora de papel destruía sin cesar infinidad de documentos personales que no eran del interés del siguiente que ocupara su puesto. Se cerraron las cajas y se dejó el despacho impoluto para quien viniera con la cartera del Ministerio del Interior.
Te puede interesar
1 Comentarios
Normas ›Comentarios cerrados para este artículo.
Lo más visto
- 1 El Gobierno aprueba la nueva ayuda de 200 euros para la crianza
- 2 Pardo de Vera escoge a la exabogada del Estado del 'procés' y su mano derecha en Adif para defenderse en el 'caso Koldo'
- 3 ¿Cuántos funcionarios serían cómplices y carceleros?
- 4 Ascenso y caída de Alvise: sus eurodiputados le acusan de lanzar "una mentira tras otra"
- 5 La Promesa: avance del episodio del lunes 28 de abril
- 6 Estos son los posibles sucesores del Papa Francisco
- 7 Ultimátum de Maíllo frente a la presión interna y la de Podemos
- 8 Eugenia vuelve a La Promesa: RTVE adelanta los acontecimientos
- 9 RTVE 'desclasifica' los 20 contenidos más vistos de su plataforma
hace 1 año
No me lo creo,nadie se lo prohíbe