Pedro Sánchez ha dicho en su comparecencia en la sede del PSOE que no se enteró de que Santos Cerdán era un corrupto hasta que no leyó el informe de la UCO. La misma UCO a la que Leire Díez se quería cargar. El mismo Santos Cerdán que hace unos días le pidió a la periodista fontanera que renunciara temporalmente a su militancia "para no perjudicar al partido".

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Los rumores sobre la implicación del secretario de Organización del PSOE en los manejos de Ábalos y Koldo han llenado páginas de información durante meses. De hecho, algunos periodistas habitualmente bien informados dieron por hecho que Cerdán sería relevado en el último Congreso del PSOE, celebrado hace apenas seis meses. Pero no fue así. Salió reforzado. Algo parecido a lo que sucedió con el ex ministro de Fomento. Después de echarle del Gobierno, Sánchez le volvió a colocar en las listas y a día de hoy sigue siendo diputado.

El presidente dramatizó su comparecencia en Ferraz. Con cara de funeral, bien estudiada, pidió perdón a la ciudadanía y a los militantes del PSOE. "No debimos confiar en él", confesó. Pero reveló que antes de la mañana de autos, la de la difusión del informe de la UCO, le había pedido explicaciones en varias ocasiones, pero que siempre había creído su versión de los hechos: "Hasta esta mañana estaba convencido de la honestidad de Santos Cerdán".

Cree el presidente que con su destitución, que no dimisión, y con la promesa de reestructurar la Ejecutiva Federal o hacer una auditoría externa está todo arreglado. Que no hace falta ni adelantar las elecciones ni cambios en el Gobierno. Que no se trata de él o del PSOE, sino de un proyecto político que les trasciende y que es bueno para España. ¡Ja!

Si Ábalos salió del Grupo Socialista por nombrar asistente a Koldo, lo lógico sería que Sánchez dimitiera por haber nombrado como secretarios de Organización a dos investigados por corrupción

¿A qué se refiere el presidente cuando dice que asume la responsabilidad por haber nombrado a dos secretarios de Organización que están implicados en una trama de corrupción? ¿En qué se concreta su penitencia? No lo sabemos.

Todo ha sido demasiado teatral. No es creíble que el presidente y secretario general del PSOE no se haya enterado de nada hasta la mañana del 12 de junio. Si eso fuera así, estaríamos ante el caso más flagrante de responsabilidad in vigilando. ¿No se le pidió a Ábalos acaso que se apartara del Grupo Socialista en el Congreso por su responsabilidad al haber nombrado como asistente a Koldo? Esa fue la excusa que esgrimió el propio Santos Cerdán y que los demás dirigentes socialistas repitieron como papagayos.

El informe de la UCO apunta a que la salida nunca explicada de Ábalos del Gobierno (julio de 2021) se produjo porque el ministro y su asistente se quedaban con una parte del dinero de las comisiones que gestionaba Santos Cerdán. Si esa hipótesis fuera cierta, y puede serlo dado que Sánchez nunca ha dado otra alternativa, significa que el presidente ya sabía en 2021 que su ministro era un corrupto.

La ignorancia nunca puede ser una excusa para un líder político. Menos aún cuando estamos hablando de una trama que comenzó su actividad criminal, según informa la UCO, a los pocos meses de haber asumido Sánchez la presidencia del Gobierno.

No estamos hablando de un individuo que metía la mano en la caja de vez en cuando. No. Se trata de una organización que tenía capacidad para contratar obra pública y que cobraba mordidas por amañar las adjudicaciones. No estamos hablando de cuatro duros, sino de cientos de miles de euros que habrían ido, en principio, a los bolsillos de los corruptos, y me temo que también a las arcas del partido. No estamos hablando del concejal de una pequeña localidad, sino de dos personas que han sido miembros del círculo íntimo del presidente, con capacidad para nombrar cargos en la estructura del partido. No estamos hablando de personajes desconocidos, sino de uno que fue importante ministro y de otro que ha sido el que ha llevado, para colmo, la negociación con Carles Puigdemont para que apoyase la investidura tras las elecciones de 2023 y forme parte del bloque que sustenta al Gobierno. ¡Nada menos que el hombre que negoció la amnistía!

¿Cómo creer que Sánchez no se enteró de nada hasta la mañana del 12 de junio? ¿Cómo podemos fiarnos de un dirigente que se ha rodeado de personajes tan oscuros sin percatarse de su catadura moral?

El presidente puede pensar que con la destitución de Cerdán está ya todo hecho. Pero se equivoca. La investigación sigue su curso. Ahora el Tribunal Supremo podrá escudriñar los dispositivos de Cerdán, sus cuentas, etc., sin necesidad de pedir el suplicatorio.

Lo que hemos visto es el principio del fin. Los meses que nos esperan seguirán siendo de sobresalto. No creo que Sánchez alcance hasta 2027.

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