Ferraz está aparentemente abarrotada de un tipo de persona un tanto singular que se caracteriza por ser ajena a lo que sucede a su alrededor, sin ver, escuchar e incluso sin manifestar convicción sobre su plena existencia, cosa grave, dado que sin la certeza del ser, sería imposible tener la certeza incluso sobre el ‘estar’. El día en que detuvieron a Koldo García, su antiguo jefe, José Luis Ábalos, se mostró sorprendido por todo lo que la prensa había comenzado a contar de su exasesor. ¿Quién iba a pensar que él ‘era’ o incluso que ‘estaba’?

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Lo mismo sucede con Pedro Sánchez, cuya figura ha sido descrita mil y una veces como autoritaria, pero quien desconocía todo sobre Ábalos y sobre Santos Cerdán, aunque los llegara a tener a medio palmo de distancia durante una parte relevante de su trayectoria política.

Era previsible que a Cerdán le iba a asaltar una duda parecida, dado que no sabemos si lo que sucede en Ferraz -desubicación, amnesia...- se aprende o se contagia, pero intuimos que se extiende como a peste y, por tanto, que Cerdán lo padece. Quizás por eso, este lunes ha denunciado ante el Tribunal Supremo que es víctima de una cacería política, dado que él no tiene ni idea de lo que se le acusa ni de lo que se traían entre manos Ábalos y Koldo. 

Las habladurías sobre Cerdán

¿Es Cerdán entonces un preso político? Podríamos inclinarnos a pensar que sí. Rotundamente, sí. El tribunal dispone de indicios que le otorgan un papel central en el reparto de mordidas de 620.000 euros. Lo descubrió la UCO, la que también encontró un documento que le vincula con un 45% de las acciones a Servinabar, empresa que consiguió contratos públicos por valor de decenas de millones de euros. Alguno, como el el del túnel de Velate, fue validado por el Gobierno de Navarra pese a las advertencias que firmaron miembros de la mesa de contratación sobre el pufo obsceno que allí se cocinaba. Su presidenta, María Chivite, también demostró un gran despiste al ser preguntada al respecto. También quizás contagiada por la bacteria de Ferraz.

La Guardia Civil otorga a Cerdán un papel relevante, o más bien central, a la hora de gestionar las presuntas comisiones de empresas como Acciona, Levantina de Ingeniería y Construcción, Obras Públicas y Jardines o la propia Servinabar. Incluso sabía que a la hija de Ábalos, Tatiana, había que otorgarle una cierta cantidad de dinero para la fundación que regentaba, llamada Fiadelso. Pese a todo, lo lógico es pensar que a Cerdán le han enviado a prisión por cuestiones de conciencia. Aceptamos lo propio con los líderes del 1-O. ¿Por qué en este caso no?

Aquello de lo que se acusa al bueno de Santos sucedió dentro del PSOE, partido del que era el secretario de organización, pero donde nadie se enteraba de nada sobre lo que movía. La vicepresidenta María Jesús Montero ni siquiera parece consciente de que compartían siglas. De hecho, este lunes ha asegurado que "esa persona" no pertenece a las filas socialistas. ¡Hay que ver qué despiste! Aunque, bueno, Montero tampoco sabía nada de lo hacía su número tres, quien dimitió hace unas semanas tras haber sido acusado por un empresario de presuntamente recibir mordidas a cambio de anular reclamaciones vinculadas a Hacienda.

"Cacería política

Cerdán ha hablado directamente este lunes de "cacería política", que es lo mismo que argumentó Ábalos cuando le pidieron que abandonara el grupo parlamentario. Lo del navarro tiene su enjundia. Pocos minutos antes de que trascendiera el informe de la UCO del que es el gran protagonista, defendía su inocencia. "Nunca he cometido ninguna ilegalidad", afirmaba. Como curiosidad, cabe relatar que dos días antes de esa fecha, este periódico le escribió para solicitar su versión sobre una información en la que se demostraba que había formado parte de la 'célula yihadista' que encabezaba Leire Díez. Aseguró que era mentira. "El tiempo pondrá todo en su sitio y tendréis que hacer una valoración del periodismo", añadió.

Este lunes, el fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón, tras "hacer una valoración de su circunstancia y descartar a teoría de a persecución y la de la bacteria, solicitaba su ingreso en prisión provisional sin fianza, ante los fuertes indicios que existen de que es un corrupto de la cabeza a los pies. Habrá quien haya recordado que Leire Díez intentó desacreditar a ese miembro del ministerio público durante los meses en los que trabajó en la alcantarilla de Ferraz. Por cierto, mientras estaba a sueldo de la consultora de Gaspar Zarrías, condenado en el caso ERE por prevaricación continuada.

El magistrado Leopoldo Puente incide en el auto que el contenido de las grabaciones entre Cerdán, Koldo García y Ábalos es "explícito" e ilustra, con todo detalle, sobre lo que sucedió con la adjudicación de esas obras. Cerdán ha asegurado en sede judicial que están "descontextualizadas" y que no recuerda haberlas mantenido. La semana pasada, intentó colar que no eran suyas, mientras alguno, por ahí, lanzaba el mensaje de que a lo mejor habían sido manipuladas con inteligencia artificial.

El Peugeot 407

Este relato resulta totalmente fantasioso para cualquiera que todavía tenga cierta capacidad de discernimiento y haya sido capaz de deducir que los cuatro que viajaban en aquel Peugeot 407 durante las primarias del PSOE -y digo los 4, también Pedro Sánchez- no son precisamente esclavos de la verdad y devotos del ejercicio público honesto.

Dos de ellos -Pedro y Cerdán- iniciaron hace un año una campaña para intentar limpiar la esfera pública de "mentiras" y de "fango", cosa que sólo creyeron sus devotos. El resto lo tomó con desconfianza, dado que, si tuvieran éxito en ese empeño, se autodestruirían de forma casi instantánea. Pero he aquí una clave fundamental de esta etapa del tardo-sanchismo: dado que su coartada tan sólo cuela en la parte de la ciudadanía que los respalda, el presidente y su tropa han decidido tan sólo hablar, gobernar y actuar para con ese porcentaje de los españoles, despreciando e incluso persiguiendo con la cruel violencia administrativa a quienes saben que su mala fama es consecuencia de sus acciones, y no de una conspiración -los lobbies oscuros- ni de una cacería.

Todos los investigados tienen derecho a mentir para defenderse, pero entre eso y manipular y reírse en la cara del juez hay una diferencia que, a buen seguro, hoy podrá reflexionar Cerdán en el calabozo. Allí seguramente le conozcan tras haberle visto en las noticias. En su partido, había quien no tenía constancia de su existencia. Curioso fenómeno. Espero que no contagie la bacteria a los demás presos ni que convenza a algún ladrón de bancos de que está allí por algún tipo de cacería.

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