Torrente ya era Vox antes de Vox. Vox tendría que pedirle permiso al personaje de Santiago Segura para usar la grasilla, la baba, el mondadientes, el sudorcillo en el labio, la pichilla brava y mustia, la condecoración de lamparones heredada de la historia, la triste superioridad del acomplejado, las glorias y musculaturas sólo imaginadas, el ilustre y melancólico imperio de la miseria, que a veces puede caber en un calcetín como otras veces requiere un galeón.

Se quejan los de Vox, o los de la secta que manda ahora en Vox (ya no sé si van por el Palmar de Troya o han dejado atrás el catolicismo para llegar a un culto como neomicénico a toreros con cabeza y cojón de toro); se quejan los de Vox, decía, de que en la nueva película de Torrente le hagan un remedo a su partido / religión (combaten ya a muerte contra obispos y papas, como testigos de Jehová muy puestos). Pero Vox le debe a Torrente todo, es como su padre fundador, su profeta con ladillas, el elegido que recibió la iluminación de un cubata. Torrente tendría derecho a echar a todo el sanedrín de viejas e inceles de Vox y posar en su trono sus santos, encogidos y amargados cojones, ya como altramuces de bar.

El partido lo podría haber inventado él en alguna de sus películas, pero sus hijos se le adelantaron y ahora sólo puede remedarlos

Están ofendidos o coléricos los de Vox (ellos usan lo de "ofendiditos" con otros, lo suyo siempre es justa ira divina, o por lo menos homérica), pero yo no sé si sólo están celosos. Torrente siempre será más Vox que ellos, y antes que ellos, y con más éxito que ellos. Torrente lleva más años, más latiguillos, más pajillas, más memes, más ganancias que ellos, y no debe de ser fácil que estos ciclanes de camiseta apretada y estos pijos de jersey vaporoso acepten sin más que Torrente les gana en todo con las tetas caídas y sonándose los mocos en la manga. Insisto en esta paternidad de Torrente con Vox, más española y despreocupada que la de Julio Iglesias con todos sus hijos legendarios, montaraces y falsos, una paternidad que no era lo que quería Santiago Segura, pero así salen las cosas.

Antes de Torrente por supuesto que ya existía el facha, pero era un facha que no era consciente de su potencial, de su futuro, de su proyección. Era un facha como navideño, o sea que sólo salía en sus fiestas de guardar, ahí al Valle de los Caídos, a sacar el brazo tieso como el que va con un brazo de gitano, con otros cuantos frikis con más pinta de coro de campanilleros que de vigías de Occidente. O salía a hacer política o guerrillerismo al bar de chatos y lotería de Navidad, ante sus tragaperras como tanques del Ejército Rojo. O se quedaba en casa, armando sus belenes franquistas, con ángeles blancos y aguiluchos negros, con guiones legionarios y vírgenes calatravas, con retratos del padre o abuelo que fue alcalde, o algo del Movimiento, o hidalgo, o comerciante de telas, o panadero de El Pardo, o policía de la Secreta, o mindundi agradecido, pero que le dejó aquello de que con Franco se vivía mejor, frase que tiene mucho más efecto si se persigna después, como al ver un coche fúnebre. Pero llegó Torrente, como si llegara su Neo, y les liberó.

Torrente era una sátira oscura y amarga en su primera película, y siguió siendo un personaje irónico incluso cuando ya se convirtió en franquicia de la pringue y los pesetones. Lo que ocurre es que llegó a un país que no conoce la ironía, que muere en la literalidad como en el paredón. O sea que muchos confundieron a Torrente con un filósofo del pueblo o un profeta del barrio, como si fuera el Makinavaja facha. Alguien que, entre fracasos, chistes, pecadillos y cinismo, iba en el fondo diciendo grandes verdades, secretas verdades, esperadas verdades. El facha que era facha para sus adentros, o para su coro de campanilleros, o para su barra de skins, o lo era en ocasiones, se sintió reivindicado y más pueblo. Y algún paisano que quizá nunca pensó que era facha, porque le faltaba teología o al menos ceremonia, resulta que se empezó a identificar con un facha, a sentir simpatía por un facha, e inmediatamente a dulcificar el facherío, que es lo que ocurre cuando uno se absuelve a sí mismo. La sátira no sólo hacía pedagogía inversa, sino que también generaba una amable complicidad. Torrente ridiculizaba al facha, pero también lo sacaba del armario, ese armario de estilo Remordimiento en el que estaba con sus sables, sus abuelos y su anís.

Torrente fue la figura pop del facherío que empezó la evolución o disolución del facha en otra cosa. Lo que ha ocurrido, aunque no sólo por Torrente, es que el facha ya ha dejado de ser sólo fascista o sólo franquista, o de percibirse como sólo fascista o sólo franquista. Ahora, además o en vez de eso, es un patriota preocupado, un currito consciente, un ciudadano estafado, un liberal folclórico, un conservador más guerrero, un buscador (y encontrador) de la verdad (de todas las verdades ocultas que no estaban por lo visto tan ocultas), un español que se viste por los pies y se pone morrión en la cabeza como cuando Carmen Miranda se ponía frutas. Vox es esta evolución comenzada por Torrente, por eso yo no creo que todos los votantes de Vox sean fascistas, más bien están en un populismo multiforme, ambiguo, contradictorio y conveniente (ahora son trumpistas por necesidades de negocio, dañando incluso nuestro folclore y nuestro cereal). Eso sí, también es un populismo imprevisible, que ahora involuciona en secta. Pero siguen estando en ese espectro torrentiano, casi genético, como corresponde a las paternidades.

Torrente es Vox, el partido lo podría haber inventado él en alguna de sus películas, pero sus hijos se le adelantaron y ahora sólo puede remedarlos. O quizá sólo está reclamando su propiedad y Abascal va a tener que irse a Massachusetts o por ahí. Es así aunque Santiago Segura no tenga la culpa de nada, sólo esta España que no entiende los matices ni la ironía, sólo la adscripción y el ricino, y mantiene sus bandos y paredones mucho mejor que sus servicios públicos. Vox se enfada, pero Torrente ya era Vox antes de Vox. A ver, almas de cántaro, en qué partido iba a estar Torrente si no.