Una de las tareas más difíciles de la vida es saber irse. O sea, dar las gracias, cerrar la puerta y asumir que la posición que uno ocupaba le corresponderá al que venga, cuyo desempeño será igual o mejor. Conviene evitar las lágrimas y los cabezazos, pues en realidad no somos nada. Tan sólo escribientes más o menos informados u ocurrentes. Los aspavientos suelen implicar el reconocimiento implícito de cierta vanidad y siempre es mejor ocultarla. Siempre pongo como ejemplo de salida elegante la de Salvador Sostres de El Mundo. David Jiménez tomó posesión como director y lo primero que hizo fue despedirle. El afectado agradeció la confianza que había recibido hasta el momento y se marchó, sin escenificar una tragedia.
Estas cosas pasan en esta profesión tan perra porque hay capitanes con ego frágil que no soportan talentos mayores que el suyo a su alrededor, pero también porque hay reporteros y columnistas que se creen mucho más necesarios de lo que son. No conozco a más de siete u ocho periodistas relevantes en la España actual. La mediocridad impera porque es el líquido amniótico que envuelve a este país y la mayoría de quienes ejercemos esta profesión somos eso: totalmente prescindibles. Cazadores de hormigas a los que nadie llamará cuando nos echen. Quien no lo vea, allá su problema.
Elisa Beni se ha marchado de Eldiario.es con un portazo. La han despedido por unos tuits muy críticos y ella ha reaccionado a la defensiva. Su antiguo jefe, Ignacio Escolar, hizo algo parecido en 2016, cuando Juan Luis Cebrián pidió su cabeza en la Cadena SER después de que aireara su vínculo con los Papeles de Panamá. Cebrián ha sido siempre así, por eso, al leer ahora sus textos se me viene a la cabeza aquella frase bíblica de “arrepentidos los quiere Dios”. Celebro que algunos aplaudan su independencia con respecto al PSOE actual. Tengo mis reservas. Intuyo que se explica más en malestares internos y en su yoísmo que en sus convicciones. Cebrián es otro que también acostumbra a abandonar sus ocupaciones entre sonoros golpes y lamentos.
Una burda campaña
Beni dejará de escribir en Eldiario.es porque durante los últimos días se ha dedicado a despotricar en sus redes sociales contra la campaña que Escolar y compañía han organizado contra varios magistrados que conforman la Sala II del Tribunal Supremo. El ejercicio informativo ha sido tan grueso que es normal que disienta. Se resume en el titular de la principal 'exclusiva' que difundió este periódico: “Tres jueces del Supremo que condenaron al fiscal general impartieron tras el juicio un curso pagado por una acusación”. La pieza relataba que magistrados Andrés Martínez Arrieta, Juan Ramón Berdugo y Antonio del Moral protagonizaron la semana pasada varias ponencias dentro de una actividad formativa que organizó el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid.
Por lo que sea, esta cabecera elevó a la categoría de noticia un ciclo de ponencias que Del Moral coordina desde hace varios años –se indica en el texto-- y en el que suelen participar magistrados del Supremo y de la Audiencia Nacional, letrados del gabinete técnico del Supremo, letrados del Tribunal Constitucional y profesionales de la abogacía. Según detalló el ICAM con posterioridad, tan sólo es una de las múltiples actividades dedicadas a sus colegiados, en las que participan personas relacionadas con la judicatura de toda sensibilidad y de distintos orígenes.
No fue lo más retorcido que se publicó estos días, dado que el miércoles apareció una noticia que recomendaría cierta autocrítica, si no mediara ningún otro ingrediente en este caso. "Un juez del Supremo que condenó al fiscal general codirigió en 2024 la tesis doctoral del abogado de la pareja de Ayuso", expresaba la pieza, que se comenta por sí sola.
Beni la emprendió con vehemencia contra estas noticias y las encuadró dentro de la campaña de desprestigio que lanzaron las terminales mediáticas del Gobierno –con RTVE a la cabeza-- desde el mismo día en que se conoció la condena a Álvaro García Ortiz. Algo irresponsable e impulsado por Moncloa, donde parecen dispuestos a reventar los cimientos de cualquier institución con tal de mantener el poder. Supongo que la columnista era consciente de que el tono de sus quejas, y los términos que empleó, podían costarle el puesto, en este momento histórico, en el que el sanchismo no está dispuesto a hacer prisioneros.
Así ocurrió: A Beni la largaron. El propio Escolar ha explicado el despido, en respuesta a Beni: “Eres muy libre de discrepar: de la línea de Eldiario.es y de lo que tú misma opinabas hace unos años. Pero no de insultarnos o retuitear a quien nos insulta. Si este periódico te parece “basura” no puedes escribir aquí”.
El empresario decide
Escolar está en su derecho de configurar la plantilla de columnistas que considere oportuno. Es empresario y director; y es lógico que si considera que algún colaborador perjudica a su número de suscriptores o impacta sobre la línea editorial, prescinda de él. Beni también puede emprenderla contra ese periódico. Intuyo que sabía las consecuencias e incluso que cierta teatralidad en la reacción suele resultar beneficiosa en estos casos.
Sospecho también que, sin incomodidad previa, no habría ido a la guerra, en la que, por cierto, acierta en lo que denuncia, que es escandaloso, al igual que las presiones periodísticas que recibieron algunos magistrados desde que la causa llegó al Tribunal Supremo. Ya saben: un "tenemos esto de ti" o un "os estáis jugando el prestigio de la institución"; e incluso alguna visita sospechosa de gente que todavía lo es más. Hay periodistas, tertulianos de la pública en algún caso, que se han convertido en auténticos machacas y ésa es la impresión de quienes recibieron esos mensajes.
Dicho esto, tampoco debe ser sencillo para cualquier periódico progubernamental –con lo bien que se portan con ellos los ministerios-- el mantener en nómina a versos sueltos en estos tiempos, en los que el sanchismo exige abajo-firmantes. Ciertamente, no le faltan efectivos. Cada día, hay una nueva sorpresa en este sentido. Hace unas semanas, un conocido periodista escribía una especie de manifiesto para aclarar el porqué fue de derechas, pero ya no. La decisión le ha sido rentable: ahora es contertulio de Javier Ruiz, el CEO de los abajo-firmantes.
Todos estos suelen figurar como cabezas de cartel en los congresos de periodismo, en los que dedican horas y horas a hablar de los pseudo-medios y de la falta de pluralidad en el ecosistema mediático español y Europeo. Hablan con una seguridad que logra alumbrar caminos y despertar conciencias.
Es una lástima que, algunas veces, en lugar de resolver las discrepancias con un golpe en la mesa y una llamada al orden, opten por un despido cebrianesco, lo que no es precisamente sinónimo de pluralidad. Beni encontrará pronto un nuevo lugar donde escribir esas dos columnas. Siempre me ha parecido histriónica, pero, a la vez, es de los pocos columnistas que no son soporíferos, redundantes o lameruzos hasta la dermatitis. Así que esperemos leerla más.
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12 Comentarios
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Lo más visto
hace 3 semanas
Escolar no es más que otro «hijo de papá» de «izquierdas» sin más merito (según Wikipedia no terminó Periodismo) que ser descendiente de su padre. No es el único.
hace 3 semanas
Escolar, otro hijo de papá de «izquierdas», colocado sin otro mérito que ser hijo de quien es: un sectario.
hace 3 semanas
Una columnista insoportable
hace 3 semanas
Los extremos se mueven en binario, esto es, si no estás a favor es porque estás en contra. Y si estás en contra, no estás en la fiesta. La Sr Beni no estaba a favor, luego la han echado de la fiesta. Ni es la primera ni será la última… y esto pasa en todas las empresas e incluso en las administraciones públicas.
Y la reacción de la Sr Beni, aunque comprensible y compartida, es la del mal perdedor: a nadie le gusta que le echen.
hace 3 semanas
Elisa, martillo de las derechas durante tantos años, decidió hacer fortuna con su profesión.
Se ofreció con su pluma, sus aspavientos y su voz a Tele Ayuso y la emprendió contra los suyos de siempre en defensa de sus nuevos pagadores.
Aunque algo mayor para hacer carrera, hay tantos medios, este por ejemplo, en su nueva trinchera que pagadores no la van a faltar.
hace 3 semanas
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hace 3 semanas
¿Qué tiene que ver el titular con el contenido?
Parece que nada.
hace 3 semanas
Que los magistrados que van a firmar, no se sabe cuando, hayan impartido y cobrado cursos para uno de ls litigantes, al Sr. Arranz,y a Elisa Beni y al CGPJ les puede parecer banal, pero no lo es. El compadreo, por no decir connnivencia entre el Colegio de Abogados de Madrid (parte litigante) y los tres magistrados a sueldo rompe claramente la apariencia de imparcialidad de los jueces. Los jueces podrán decir que 200 € no influyen en su imparcialidad pero los demás tenemos derecho a creer que la relacion de amistad y relacion profesional entre ellos y el Comegio y su presidente debería haber sido razón suficiente para apartarse de la causa. Igualmente respecto al codirector de la tesis del abogado acusador.
Estos señores magistrados exigen pulcritud sin tacha quienes juzgan pero se sienten tan por encima de los demás que se toleran a sí mismos comportamientos que condenarían en los demás.
hace 3 semanas
desconocía el bulo medio ese que se hace llamar diario…(de bulocloa entendemos)
y las chorrradas de noticias que sueltan… lo del ICAM con las ponencias de los magistrados es de traca… creo que cuanto más escarban, más mierda propia se encuentran…
en serio hay quien pierde su tiempo en leer esos «diarios!»??? entiendo que en las grnajas de troll será de obligada lectura…
hace 3 semanas
Tocaba abandonar el barco y lo ha hecho con estruendo, por si hay algún despistado. Esto va a ser el pan nuestro de cada día en muchísimos «informadores» patrios.
hace 3 semanas
Buen artículo. Como dice, hay siete u ocho periodistas con prestigio, pero ello no quita que a menudo uno se vea en la obligación de memorizar un nombre para volver a leerle cuando se lo encuentre. Hoy es el caso.
hace 3 semanas
Elisa Beni sabe de lo que habla y no se casa con nadie. Ojalá cunda su ejemplo.