Transmitieron con cierto empeño desde Telefónica, tras el cambio de presidente, que había llegado el momento de dejar de hablar de política para concentrarse en lo importante, que es el negocio.

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La sustitución de José María Álvarez-Pallete por Marc Murtra, previa escalada de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales en su capital, olió a muchos a chamusquina, pero, una vez se consumaron las modificaciones en el alto mando de la compañía, desde allí intentaron disipar la sombra de la duda. Dijeron que, pese a la presencia del Estado en su capital, allí iban a primar los intereses empresariales sobre los partidistas.

El Consejo de Administración de Telefónica Audiovisual (Movistar+) aprobaba este lunes un fichaje, el de Andoni Ortúzar, que contradijo ese discurso, en apariencia. Y este último término es importante porque fuentes cercanas al PNV descartan que haya motivaciones políticas en esta incorporación. Entre otras cosas, porque Ortúzar lleva un tiempo alejado de la Dirección del partido.

El cesarismo de Aitor Esteban

Algunos históricos del partido han transmitido recientemente, en reuniones empresariales, su descontento con Aitor Esteban, a quien acusan de haber iniciado su etapa al frente de la formación con un tono personalista que no sólo le ha distanciado de su predecesor, Ortuzar --afiliado desde 1979--, sino también del propio lehendakari, Imanol Pradales.

Pese a esta consideración, su incorporación a Telefónica ha llamado la atención porque hace sospechar de un cambio de guion en la compañía de telecomunicaciones. Es cierto que Álvarez-Pallete realizó algunos fichajes controvertidos durante su presidencia, como el de Rosauro Varo, pero intentó descolgar al grupo la etiqueta de ser un apéndice ministerial y lugar de colocación de expolíticos, una vez cruzada la puerta giratoria.

Contratos - país

Durante su primera etapa como presidente, tomó la decisión de romper alrededor de 50 contratos de asesoramiento que se habían rubricado durante la etapa de César Alierta, como resultado de un particular concepto de 'diplomacia política', según recuerdan fuentes de aquella etapa.

La política de Pallete generó una brecha con el fallecido Alierta, quien, como presidente de la Fundación, le hizo llegar su desacuerdo con la forma con determinadas acciones políticas y 'contra-políticas' de Álvarez-Pallete, recuerdan estos informantes.

El empresario aragonés reclutó para el grupo, como contratados o como asesores, a Eduardo Zaplana, Rodrigo Rato, Iñaki Urdangarín, Manuel Pizarro, Trinidad Jiménez, Yolanda Barcina, José Bono o David Madí.

También la de Javier de Paz, amigo íntimo de José Luis Rodríguez Zapatero que aterrizó en la compañía de telecomunicaciones en 2008 y que ha permanecido en su Consejo de Administración hasta hace unas semanas, cuando fue designado adjunto al presidente y responsable de Infraestructuras (Telefónica Infra); y de Activos Inmobiliarios y Responsabilidad Social Corporativa.

De Paz --exsecretario general de Juventudes Socialistas-- ejerce actualmente otro cargo, como es el de presidente del Consejo de Administración de Telefónica Audiovisual, gestora de Movistar+ y una empresa de una importancia estratégica dentro del sector cinematográfico en España.

El PNV y la empresa

Su órgano de gobierno contará a partir de ahora con Ortúzar, periodista de formación y antiguo director general de la EiTB vasca. Ha sido habitual que políticos del PNV crucen la puerta giratoria, de ida y de vuelta, para ocupar puestos de responsabilidad en la televisión autonómica. También sucedió con Josu Ortuondo, José María Gorordo, Bingen Zupiria o Ibone Bengoetxea.

A Ortuzar le corresponderá una retribución aproximada de 80.000 euros anuales dentro del Consejo de Movistar+. Compatibilizará sus funciones con las de asesor externo de la consultora PwC, por la que también ha fichado recientemente.

Después de distanciarse de la política, parece que ha encontrado un buen ámbito para desplegar sus empresariales en la empresa privada. En este caso, con el matiz de que Telefónica está participada por el Estado, después de que Moncloa decidiera en 2024 invertir alrededor de 2.300 millones de euros, a través de la SEPI, para adquirir el 10% de la compañía.

Lo que sucedió posteriormente es sabido. El Gobierno, lejos de mantener una postura pasiva con respecto a la gestión del grupo, realizó una serie de alianzas y movimientos para apartar a Álvarez-Pallete y sustituirle por Marc Murtra, político y empresario afín al PSC al que, en 2021, había situado al frente de Indra.

Eso sucedió en enero. Es cierto que en estos meses se han producido algunas incorporaciones controvertidas en la operadora y, en concreto, en Movistar+, donde aterrizó en abril Jorge Pezzi --antiguo socio de José Miguel Contreras, productor afín al Gobierno-- como director de Contenidos de Ficción. Lo que sucede es que, con Ortúzar, se derriba definitivamente la impopular barrera de la puerta giratoria.

Para que el análisis no resulte incompleto, conviene tener presente que Ortúzar presidió el PNV entre 2013 y 2025; y que, en 2018, el cambio de posición de este partido fue fundamental para provocar la caída de Mariano Rajoy y el ascenso de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno. ¿De quién depende Telefónica?

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