El sector inmobiliario español sigue acaparando titulares en los últimos tiempos. El que fuera epicentro de la crisis económica que ha sufrido el país en la última década muestra hoy un vigor que ha llamado la atención de inversores nacionales e internacionales.

Sobre el parqué esta especie de resurrección ha tenido como principales protagonistas a una hornada de nuevos actores en el sector: las Socimi. Estas sociedades, enfocadas en la explotación en alquiler de inmuebles. Nombres como Merlin, Hispania, Lar España o Axiare representan la cara más visible de este fenómeno, que ha cambiado la cara del sector inmobiliario en la bolsa española.

Pero en la reactivación inmobiliaria, también hay lugar para enseñas más tradicionales, supervivientes del tsunami que arrasó con cientos de compañías en los años más duros de la crisis. Éste es el caso de Colonial.

El grupo, con más de 70 años de historia, sufrió con dureza los embates de la crisis: entre 2008 y 2013 contabilizó pérdidas por valor de más de 6.850 millones de euros. Pero la Colonial de hoy en poco se parece a la de inicios de la crisis.

Entre 2008 y 2013, Colonial acumuló pérdidas por más de 6.850 millones

Cambio de equipo gestor, cambio de accionariado -con el fondo Qatar Investment Authority como principal accionista-, saneamiento de la estructura financiera (con refinanciaciones y una millonaria ampliación de capital) y cambio de estrategia, con el foco puesto en el negocio patrimonialista del alquiler de oficinas, han sido las principales palancas a través de las que Colonial ha logrado dejar atrás su etapa más convulsa.

Y el mercado ha acabado premiándoselo. Las acciones de la inmobiliaria acumulan un alza superior al 20% en los últimos seis meses, alcanzando sus niveles más elevados en varios años. Y los expertos aún ven potencial para más. En Alantra le otorgan un potencial próximo al 4% desde los niveles actuales, mientras que en Fidentiis ven recorrido para escalar incluso más de un 10%.

El mercado valora de forma muy significativa la privilegiada ubicación de los activos de Colonial en las ciudades más pujantes, como Madrid y Barcelona, además de París. "Creemos que Colonial seguirá siendo uno de los principales beneficiarios de la fuerte demanda de nuevos locales de oficina en Madrid y Barcelona, dada la escasez de activos de alta calidad, lo que debería traducirse en mayores precios de alquiler", observan en Alantra.

La ubicación exclusiva de sus oficinas le permite elevar las rentas de los alquileres

El optimismo en torno a la compañía alcanza incluso a las agencias de calificación. S&P elevó este mismo mes la nota Colonial un escalón, hasta BBB, afianzándola en el escenario del grado de inversión. La agencia considera que "los activos de primera calidad y bien situados de Colonial se beneficiarán bajas tasas de desocupación en el distrito central de París y la creciente demanda de oficinas en Madrid y Barcelona".

En esta misma línea, en Fidentiis resaltan, tras la reciente presentación de los resultados del primer trimestre de 2017, que "Colonial ha firmado nuevos contratos de alquiler con los precios subiendo dos dígitos frente a los precios del mercado hace un año y un 16% más altos que los anteriores".

Según Fidentiis, estos datos suponen la materialización del aumento esperado en las rentas. "Colonial es capaz de capturar estos altos precios de alquiler dada sus ubicaciones exclusivas, que atraen a los clientes de nivel superior", señalan.

Tras un periodo convulso, Colonial parece haberse hecho con un espacio muy rentable en el mercado inmobiliario. Y la correcta gestión de las llaves en su poder puede abrirle las puertas del éxito bursátil.

El sector inmobiliario español sigue acaparando titulares en los últimos tiempos. El que fuera epicentro de la crisis económica que ha sufrido el país en la última década muestra hoy un vigor que ha llamado la atención de inversores nacionales e internacionales.

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