El sector financiero español vive desde hace años un intenso proceso de transformación. La crisis financiera desató un proceso de concentración bancaria que, en opinión de la gran mayoría de expertos y supervisores, aún está inconcluso.

En este juego de emparejamientos, cada entidad maneja sus bazas para optar a los enlaces que considera más convenientes a sus intereses. Y en este baile, Bankia no es, ni mucho menos, un convidado de piedra.

La entidad controlada por el Estado sorprendió hace escasas semanas al irrumpir con fuerza en el proceso de venta de Popular. Desde el Gobierno se ha visto en una posible alianza entre ambas entidades el movimiento que podría impulsar a ojos de los inversores el valor del banco público, favoreciendo la recuperación de una mayor porción del dinero público empleado en su rescate. Varias firmas de análisis han refrendado esta visión.

Pero lo cierto es que las dificultades que entrañaría la operación -legales por encima, incluso, de las técnicas- y la mala acogida que ha tenido la idea sobre el parqué -Bankia llegó a caer más de un 8% en tres semanas- parecen haber enfriado la opción. Hasta el punto de que firmas como Orey Financial descartan que el banco nacionalizado absorba Popular a menos que el banco que preside Emilio Saracho sea rescatado.

La posible unión con Popular generó recelos en el mercado y Bankia cayó un 8% en tres semanas

En cualquier caso, este paso atrás no descuelga a la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri del baile de fusiones. Porque Bankia se encuentra ultimando desde hace semanas su integración con el otro banco en manos del estado, BMN. Una operación que, en este caso sí, ha recibido un respaldo casi unánime por parte de los analistas.

Desde Alantra consideran que la integración entre ambos grupos "tiene mucho sentido", al generar economías de escala, diversificación geográfica y elevadas sinergias. Según la firma de análisis, a 1.100 millones de euros, el precio en que se fijó la única oferta que recibió el Frob durante la subasta de BMN, el enlace podría generar un retorno sobre el capital invertido del 11% y una mejora del beneficio por acción de Bankia del 10%. Firmas como Citi elevan la potencial mejora del resultado al 30%.

Por todo esto, los analistas de Alantra observan que la integración de BMN podría elevar en unos doce céntimos el precio objetivo que otorgan a Bankia, que es de 4,6 euros, más de un 12% por encima de sus niveles actuales.

Las sinergias y diversificación que ofrece BMN elevarían el beneficio de Bankia entre un 10 y un 30%

Y es que más allá de la unión con BMN, Bankia concentra características que la convierten en "una de las mejores maneras de apostar al tema de la reflación en España", consideran en la firma de análisis, gracias a la combinación de la recuperación de la calidad de sus activos con una alta sensibilidad a un incremento de los tipos, que se traducirá en una notable mejora de márgenes una vez se produzca el esperado repunte del euribor.

Además, Bankia maneja otra baza a su favor y es su elevado exceso de capital, que no sólo facilita la absorción de BMN, sino que ofrece margen para que una vez llevada a cabo ésta pueda repartirlo entre sus accionistas a través de un dividendo extraordinario.

Con estos argumentos sobre la mesa, firmas como Bankinter se muestran muy optimistas con la entidad, a la que otorgan un potencial de revalorización superior al 20%.

El premio de elegir la mejor compañía en el baile de fusiones del sector parece asegurado.

El sector financiero español vive desde hace años un intenso proceso de transformación. La crisis financiera desató un proceso de concentración bancaria que, en opinión de la gran mayoría de expertos y supervisores, aún está inconcluso.

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