Carles Puigdemont ha superado la primera moción de confianza de la historia del Parlamento catalán con los votos de Junts pel Si (JxS) y la CUP. Pero su objetivo hoy no era esa votación –de resultado ya conocido- sino obtener garantías de que podrá concluir la “legisltaura exprés” fijada en la declaración independentista del pasado 9 de noviembre. Y sigue sin tenerlas. La portavoz de la CUP, Anna Gabriel, sólo se ha ofrecido a mantener la puerta abierta a la negociación presupuestaria. El compomiso con la celebración del referéndum no ha sido suficiente para obtenter la estabilidad durante el próximo año.

“No votaremos unos presupuestos sin verlos, ni votaremos los presupuestos de junio” ha advertido Gabriel, tras asegurar que hoy daban su apoyo a Puigdemont para seguir avanzando hacia la independencia pero no a cualquier precio. La portavoz anti-capitalista ha fijado las condiciones para mantener el apoyo parlamentario sin fisuras que le exigía Puigdemont: cumplir la declaración del 9-N. Esto es: incumplir las anulaciones del Tribunal Constitucional a leyes emanadas del Parlament, o “que ningún mosso actúe de oficio contra quienes queman banderas”.

Con presupuestos para la minoría no se llenan las urnas ni las calles”

Una respuesta que no ha satisfecho a Puigdemont, quien ha recordado a Gabriel que la voluntad de negociación se demuestra permitiendo la tramitación de los presupuestos, algo que no sucedió en junio. “La mayoría” ha advertido además el president, “no es la que quema banderas” sino la que se manifiesta masivamente en la Diada. “Con presupuestos para la minoría no se llenan las urnas ni las calles” ha concluido. Puigdemont ha insistido, como ya hiciera ayer, en que “el proceso” no puede verse dinamitado “desde dentro”, advertencia que no parece impresionar a la CUP.

El presidente tampoco ha conseguido un compromiso de de Catalunya Sí que es Pot (CSqP), aunque ha avanzado en este terreno. Su portavoz, Lluís Rabell, ha elogiado la apuesta de Puigdemont por un referéndum acordado con el Estado, en el que ha saludado un “punto de encuentro” entre el independentismo y su grupo. Pero le ha reclamado lealtad en esa promesa y que la consulta se lleve a cabo con garantías para que pueda ser reconocida por la UE, puesto que un referéndum unilateral sólo serviría a su juicio para debilitar el derecho a decidir.

Rabell ha añadido que su satisfacción con esa apuesta no se traducirá en un cheque en blanco ni en la cuestión de confianza ni a los presupuestos, pero “somos sensibles a su discurso, y si el Parlament pasa a ser un marco de diálogo” se pueden alcanzar acuerdos tanto en el Debate de Política General como el de Presupuestos.

Iceta y su petición de colaboración

Mención aparte merece el debate con los partidos constitucionalistas. Puigdemont ha intentado exhibir cordialidad con C’s y el PSC, cuyo líder ha llegado a pedirle que renuncie al referéndum y se implique en la formación de un Gobierno liderado por el PSOE. También Inés Arrimadas (C’s) le ha hecho responsable de que no saliera adelante el pacto de PSOE y C’s tras las elecciones de diciembre, en un debate en el que uno y otra se han acusado de perseguir imposibles en forma de pokemons.

El líder del PP catalán, Xavier García Albiol, ha sido de nuevo el más duro con el president: “Ni usted ni nadie convocará un referéndum ilegal en Cataluña” ha advertido tajante, para acusar a continuación a los soberanistas de convertir el “procès” en un “modus vivendi” mientras la inacción de su gobierno “es absoluta”. Albiol a intentado abrir una puerta de diálogo con PDC ofreciendo una reforma del modelo de financiación autonómica, oferta rechazada por Puigdemont.

Además, Albiol ha abierto su particular frente con C’s al afirmar con sorna que su intervención no le ha parecido a Puigdemont tan cordial como la de Arrimadas. No en vano PP intenta recuperar el terreno perdido en Cataluña frente a C’s como líderes de la oposición consttucionalista al proceso soberanista emprendido por JxS.