El Gobierno vasco reclamará al ejecutivo de Mariano Rajoy el “repliegue” de la Guardia Civil y la Policía Nacional para adecuar su presencia en el País Vasco a la nueva realidad. Se lo solicitará en la próxima reunión que celebren, –aún sin fecha-, la titular de Seguridad vasca, Estefanía Beltrán de Heredia, al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido. La consejera vasca le pedirá además que no bloquee más la renovación de la plantilla de la Policía Autonómica vasca, la Ertzaintza, contra cuyas dos últimas promociones de agentes el Gobierno central ha presentado recurso. Beltrán de Heredia ha anunciado esta mañana en el Parlamento vasco que en aras a esa renovación y a la asunción de las competencias que ahora ejercen las Fuerzas de Seguridad del Estado en Euskadi, la Ertzaintza procederá a renovarse esta legislatura con la contratación de otros 1.000 agentes.

El anuncio llega en un momento en el que ambos gobiernos se encuentran enfrentados por las convocatorias de dos OPE que el Ejecutivo Urkullu ha realizado en la Policía vasca y que en el caso de las dos últimas promociones, la número 25 y la 26, han sido recurridas por incumplir la tasa de reposición establecida en la Administración pública. En el último caso el recurso se presentó a finales del pasado mes de diciembre, en pleno proceso de acercamiento entre el Gobierno nacionalista y el PNV con el PP y el Ejecutivo del PP. La decisión provocó un profundo malestar y sorpresa en la administración vasca que concede una importancia capital a esta cuesión.

Euskadi ignora las dos OPE de la Ertzaintza recurridas por el Gobierno y anuncia dos más antes de 2020

La consejera de Seguridad ha asegurado esta mañana en el Parlamento Vasco que a lo largo de esta legislatura el 15% de los alrededor de 8.000 agentes que integran el Cuerpo se jubilarán y que urge proceder a una renovación de la plantilla. Ha recordado que la planificación prevista desde su departamento se ha visto alterada a consecuencia de los recursos presentados y que deja en una situación de “inseguridad jurídica” a cientos de agentes. Pese a ello, ha anunciado su intención de seguir convocando promociones de ertzainas y que antes de 2020 convocará otras dos nuevas OPE y que confía en que sean respetadas por el Gobierno de Rajoy.

Beltrán de Heredia ha señalado que esta cuestión será una de las principales que espera poder tratar en el encuentro que ya ha solicitado con el ministro Zoido. De celebrarse se romperían años de incomunicación entre los dos departamentos, cuya relación se ha visto contaminada por las discrepancias en el papel jugado por Rajoy en el proceso de paz y convivencia y en el desarme de ETA, así como por el enfrentamiento judicial generado en torno a la Ertzaintza.

Con estas nuevas promociones de agentes el Gobierno vasco confía en poder asumir en un breve plazo de tiempo las competencias que asumen cuerpos como la Guardia Civil, fundamentalmente relacionados con los puertos, aeropuertos y la lucha contra ETA. Beltrán de Heredia ha recordado que la Ertzaintza es una policía “integral” y por tanto debe ejercer ese tipo de funciones. También reclama que esté presente, como consecuencia de ello, como un miembro más en los foros internacionales de seguridad. Confía en que cuanto antes el número de agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado se reduzca drásticamente en el País Vasco.

La cuestión en torno a la situación de la policía vasca también ha centrado una parte de la reunión que esta mañana han celebrado el lehendakari Iñigo Urkullu y el nuevo delegado del Gobierno en el País Vasco, Javier de Andrés. Es la primera ocasión en la que ambos se han visto después de que Urkullu no acudiera a la toma de posesión de De Andrés celebrada el pasado día 9 con la presencia de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, y en la que sí estuvo el consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka. Durante más de hora y media, Urkullu y De Andrés han analizado en la sede de Lehendakaritza la situación por la que atraviesa la relación de los dos Gobiernos y las cuestiones que se abordarán en la cita prevista entre el lehendakari y Rajoy, aún sin fecha.

En ella los recursos presentados contra normas y leyes vascas, así como las dos OPE de la Ertzaintza se sitúan entre las cuestiones prioritarias. De Andrés, que ha comparecido a la conclusión del encuentro, se ha comprometido a ejercer una labor de intermediación para desbloquear los temas “encasquillados” y facilitar una relación cordial basada en el dialogo y la cooperación para la búsqueda de “acuerdos”. Le ha trasladado a Urkullu la “voluntad de Rajoy” de caminar hacia una relación fluida y que incluye el debate y abordaje de “un amplio abanico” de temas en la que será la primera reunión que se celebre entre ambos desde septiembre de 2014.

Urkullu recibe al nuevo delegado del Gobierno en el País Vasco

Desde su toma de posesión De Andrés ha intentado recomponer las malas relaciones que la Delegación de Gobierno mantenía con el Gobierno vasco en tiempos de su predecesor, Carlos Urquijo. Durante los cinco años de Urquijo, éste formalizó casi un millar de recursos, fundamentalmente por incumplimiento de la ley de símbolos o por actos de enaltecimiento a etarras o desprecio a las víctimas, que provocarán numerosos enfrentamientos institucionales y políticos con el nacionalismo.

Ahora el nuevo titular de la delegación se compromete a mantener contactos con todas las áreas del Gobierno vasco para engrasar el nuevo tiempo de acercamiento y sintonía entre las dos administraciones. De Andrés ha asegurado que el lehendakari le instado a “respetar los símbolos” del País Vasco y el euskera. Precisamente durante su toma de posesión, realizada de modo bilingüe, la apuesta de De Andrés de prometer su cargo en ambas lenguas oficiales fue recibido con un gesto positivo y de acercamiento desde las finales del nacionalismo.

De Andrés le traslada el deseo de "buena relación" de Rajoy y Urkullu le reclama respeto a los símbolos vascos

Por el momento las relaciones entre el Gobierno de Rajoy y el de Urkullu acumulan pasos adelante y pasos atrás. Los anuncios de iniciar un nuevo tiempo de dialogo se han concretado en la no presentación del anunciado recurso contra la Ley Municipal vasca, uno de los proyectos legislativos estrella de Urkullu la pasada legislatura, pero que pronto se vio rebajado por el mantenimiento del recurso contra la Ley vasca de Adicciones que regula los clubes de cannabis. Sobre la mesa aún resta la negociación sobre otras dos leyes, la que regulas las iniciativas legislativas populares y las referidas a los abusos policiales, sobre las que el Ejecutivo central ya ha anunciado su deseo de recurrirlas ante el Tribunal Constitucional. En el lado de los gestos también se encuentran los avances alcanzados en materias como la negociación del Cupo vasco y su liquidación o la ejecución de las obras del Tren de Alta Velocidad.