Extraños compañeros de cama. Dos de los hombres fuertes del ex president de la Generalitat Jordi Pujol, Macià Alavedra y Lluis Prenafeta, y dos ex dirigentes socialistas, Bartomeu Muñoz y Luis García, se aliaron para enriquecerse con las comisiones que cobraban a empresarios a cambio de adjudicaciones públicas entre 2001 y 2009 hasta alcanzar unos réditos cercanos a los 100 millones de euros. La Fiscalía no vincula estas actividades con la financiación ilegal de sus partidos.

En esta trama, conocida como caso Pretoria, operó en los ayuntamientos de Santa Coloma de Gramanet, San Andrés de Llavaneras y Badalona y en la misma intervinieron otras siete personas. Todos ellos serán juzgados desde este lunes en la Audiencia Nacional y se enfrentan a penas que rondan los ocho años y los 11 meses de prisión y multas por un importe de 93 millones de euros.

Coincidencias con el 'caso Gürtel'

Este caso se destapó en el 2009 por el entonces juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón unos meses después de que desmantelara la red Gürtel. Las dos tramas de corrupción coinciden en el tiempo en esta sede judicial, ya que ambos procesos se enjuician en las mismas fechas y comparten la misma mecánica. Cargos políticos que usando sus influencias cobraban mordidas a empresarios a cambio de adjudicaciones públicas.

Sin embargo, en el caso Pretoria el dinero obtenido ilícitamente no llegó a las arcas de CiU, el partido que Jordi Pujol dirigió con mano de hierro durante los 23 años al frente de la Generalitat ni a las del PSC. Alavedra ocupó entre otros cargos el de conseller de Economía (1990-1997) y mantuvo "una estrecha relación" con el ex president, según el escrito de la Fiscalía Anticorrupción. Y Prenafeta fue secretario de la Presidencia (1980-1990).

El conseguidor

Por su parte, Muñoz fue alcalde de Santa Coloma de Gramanet (2002 -2009) y García, conocido como Luigi, fue diputado por el PSC (1980-1989. Y es bautizado por la Fiscalía como "el conseguidor", ya que los empresarios beneficiados por esta trama debían contar con "su autorización" para lograr los concursos.

La Fiscalía sostiene que los cuatro junto al resto de los imputados llevaron a cabo operaciones urbanísticas para "obtener cuantiosos" beneficios económicos. Los ex políticos recurrieron a los mismos mecanismos para ocultar sus fortunas. Es decir, montaron "complejos entramados solitarios" y abrieron cuentas en Andorra y Suiza.

Además, Alavedra y Prenafeta usaron a sus esposas para esconder sus ganancias, por lo que en la vista la mujer del segundo, María Luisa Mas, se sentará en el banquillo. La esposa de Alavedra falleció, pero Gloria Torres que "mantenía una fluida relación personal" con el ex conseller será juzgada por haberle ayudado a esconder su patrimonio en cuentas bancarias.

300.ooo euros en la caja fuerte

Anticorrupción sostiene que Alavedra, desde 1997 hasta el 2008, obtuvo un beneficio de seis millones de euros, de los que 637.000 procedían de la intermediación en adjudicaciones en San Andrés de Llavaneras y Badalona y 288.000 de comisiones cobradas a Gas Natural. Además, este hombre fuerte de la era Pujol ideó un curioso sistema para repatriar 300.000 euros desde Andorra hasta su casa en Barcelona.

La Fiscalía asegura que contrató los servicios de un ciudadano andorrano que se desplazó en su vehículo desde Andorra hasta Barcelona para recoger la autorización con la que poder sacar el dinero del banco del Principado. "El 9 de junio del 2009 esta persona se llevó a casa el dinero y después se lo entregó a Josep Maria Pallerola quien se lo facilitó a Alavedra entre los días 11 y 16 de junio de este año". El ex conseller ocultó este capital en la caja fuerte de su domicilio donde fue localizado por la policía el 27 de octubre del 2009 en billetes de 50, 100 y 500 euros.

Inversiones en obras de arte

Por su parte, Prenafeta acumuló entre el 2000 y el 2007 casi 14 millones de euros de los que 8,6 procedían del cobro de comisiones a Alstom para que esta empresa consiguiera la adjudicación de diversas centrales eléctricas en territorio nacional. Y 4,6 de mordidas a Siemens. Además, este antiguo dirigente de CiU blanqueó su fortuna con la compra de cuadros valorados en 335.815 euros.

Luis García llegó a acumular un capital de 8,8 millones de euros que escondió en empresas radicadas en paraísos fiscales y en inmuebles. Y también ocultó sus ganancias en obras de arte. En el momento de su detención se le incautaron 215 obras de arte que han sido tasadas en 1,077 millones de euros.

El fiscal reclama para los ex dirigentes de CiU 6,2 años de cárcel y 10 millones de multa para Alavedra y 13 para Prenafeta, Luis García se enfrenta a ocho años de cárcel y multa de 10 millones de euros y Muñoz a 6,10 años de cárcel y multa de 4,2 millones de euros.

Negociaciones rotas con la Fiscalía

Fuentes jurídicas han informado de que los acusados han mantenido contactos con la Fiscalía para intentar evitar este proceso, entre otras cosas por la avanzada edad de Alavedra (83 años de edad) y Prenafeta (78 años de edad), pero las negociaciones fracasaron porque el ministerio público les exigió que pagaran antes del juicio las multas que les reclaman.

Por ello, fuentes de su entorno sostienen que en esta vista irán a defenderse y descartan que acaben implicando en estas actividades a su antigua formación que atraviesa una de sus mayores crisis tras haberse desarticulado la "trama de sobornos del 3%).

No obstante, otros acusados han alcanzado un acuerdo con Anticorrupción, pero sus nombres no se conocerán hasta que comience esta vista que está prevista que se prolongue durante varios meses.