Si el president Tarradellas no desfalleció, nosotros tampoco lo haremos, ha venido a decir Carles Puigdemont para enarbolar la bandera del presidente del exilio que personalizó la recuperación de la Generalitat en la conmemoración del 40 aniversario de su retorno. El actual presidente de la Generalitat ha recogido los elogios la capacidad negociadora de Josep Tarradellas y Adolfo Suárez como una de las claves del éxito de la Transición para concluir que: "Si en la otra parte se dan las mismas condiciones entonces es posible que se produzca una verdadera operación de Estado".

Aún así, Puigdemont ha defendido que, después de 40 años de ejercicio de la política y la negociación "podemos empezar a decir de qué manera entendemos las nuevas generaciones, cómo tenemos que abordar los grandes momentos", tras varias intervenciones dedicadas a ensalzar la capacidad negociadora de Tarradellas y Adolfo Suárez como una de las claves del éxito de la Transición. El actual presidente de la Generalitat ha defendido su particular estrategia negociadora porque "lo podemos hacer liberados de los miedos de las generaciones anteriores".

Todo ello en un acto celebrado con toda la solemnidad en el Saló Sant Jordi del Palau de la Generalitat que ha permitido comprobar que Tarradellas sigue siendo una figura poliédrica y muy codiciada por todas las familias del catalanismo, desde el constitucionalista hasta el independentista.

Pujol, Maragall, Mas y Montilla

La apertura de los actos de conmemoración del 40 aniversario del retorno a España del president Tarradellas ha contado con la presencia de todos los ex presidentes de la Generalitat, Jordi Pujol, Pascual Maragall, José Montilla y Artur Mas, además de Puigdemont, y con una nutrida representación del Govern encabezada por Oriol Junqueras y Neus Munté. También ocupaban las primeras filas el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, el líder del PSC, Miquel Iceta, la popular Esperanza García o el vicepresidente del Parlament, Lluís Corominas.

Montserrat Catalá, comisaria de la exposición y ex secretaria de Tarradellas, ha señalado que se ha hecho una excepción, porque la Generalitat sólo conmemora oficialmente cincuentenarios y múltiplos. Pero el jugoso legado del primer president de la Generalitat, recuperada tras el franquismo, adquiere un simbolismo difícilmente resistible en plena eclosión independentista. Los soberanistas reclaman su legado como la prueba de que la Generalitat no emana de la legalidad constitucional sino que es previa y, por tanto, también la soberanía catalana.

Mientras, los constitucionalistas aseguran que Tarradellas no sería soberanista y recuerdan su advertencia cuando regresó del exilio: no tenía ninguna intención de repetir un 6 de octubre. Toda una advertencia ante el choque de trenes que hoy parece imparable en Cataluña. La conmemoración ha sido organizada por el Departamento de Presidencia, que se ha reservado esta efeméride y la de las Bases de Manresa, primer proyecto de gobierno catalán, que este año cumplirán 135. Otra efeméride "irregular" que el gobierno independentista de la Generalitat no dejará pasar.

En este contexto, el historiador Jaume Sobrequés ha lanzado un recado al Gobierno al recordar y ensalzar las negociaciones de Adolfo Suárez con Tarradellas para permitir el retorno de la Generalitat. "Suárez gestionó el retorno de Tarradellas, no podía hacer otra cosa, pero lo hizo y lo hizo bien". "Sabía que la voluntad del pueblo catalán era la que era y que no conseguiría consolidar la transición democrática sin dar respuesta positiva al clamor catalán, y al del pueblo español en favor de la democracia. Negar a Suárez el mérito de gestionar aquella voluntad popular es injusto y mezquino".

También el economista Josep Maria Bricall tenía hoy un recado, en esta ocasión para los líderes de JxS allí reunidos, cuando ha recordado la expresión de Tarradellas: "Hacer las cosas de una cierta manera". Una expresión que en opinión de Bricall fue decisiva en las negociaciones con el Gobierno de Suárez, regidas por tres máximas: "Tener claro el objetivo de la negociación, tener presente las necesidades de la otra parte para satisfacerlas en lo que sea posible, y evitar las negociaciones ásperas tanto si la provocación viene de las otras filas como de las tuyas propias".