El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha destacado que el desarme de ETA carece de toda "épica" y certifica que "ni una sola de las víctimas de ETA debió producirse nunca". Además, ha agradecido "la altura de miras y la colaboración" de los Gobiernos español, francés navarro, y de la mancomunidad de Iparralde (del País Vasco francés).

Acompañado por el líder de la Comisión Internacional de Verificación (CIV), Ram Manikkalingam, Urkullu ha comparecido este sábado ante los medios de comunicación en San Sebastián para leer una declaración institucional sobre la entrega de las armas de ETA efectuada este sábado.

El texto, titulado 'De la épica a la ética' constata que, con la entrega de los arsenales de la banda, "las armas han pasado del territorio de la clandestinidad al territorio de la legalidad".

El lehendakari ha subrayado que el desarme está "exento de cualquier épica", aunque ha precisado que se trata de un acto que sí tiene "un significado ético central", dado que "certifica definitivamente que ni una sola de las víctimas provocadas por ETA debió producirse nunca".

"Logro democrático"

Por ese motivo, ha señalado que "todas y cada una" de las víctimas "son hoy sujetos y partícipes principales de este logro democrático de la sociedad, sus instituciones, la política y de los derechos humanos".

Iñigo Urkullu ha explicado que en las últimas semanas el Gobierno vasco ha trabajado para que el desarme fuera "viable", para que tuviera un carácter "legal, unilateral, completo y sin contrapartidas", y para que llegase "a buen puerto".

Según ha explicado, el Ejecutivo autonómico "ha estado en relación y comunicación" con el Gobierno español, con las autoridades francesas, con el Gobierno de Navarra y con la Mancomunidad de Iparralde..

En este sentido, ha añadido que el Gobierno Vasco ha permanecido "coordinado" con el Parlamento autonómico, con los partidos políticos y con agentes sociales, así como con la denominada Comisión Internacional de Verificación.

"Valor histórico"

"Ha sido necesario tejer con discreción una confluencia entre instituciones y agentes políticos y sociales que respondiese al valor histórico que este logro representa para nuestra sociedad", ha explicado.

El lehendakari ha agradecido "la altura de miras y la colaboración de los gobiernos, instituciones y fuerzas políticas afectadas de una u otra manera en la gestión de este momento".

Además, ha dados las gracias por los "buenos oficios" de la Comisión Internacional de Verificación para "canalizar" el desarme de ETA, del que ha señalado que ahora "deberá ser corroborado por las autoridades judiciales francesas".

Convivencia personalizada

El lehendakari considera que "la confirmación del desarme legal, definitivo y sin contrapartidas es un paso fundamental en el proceso de final ordenado de la violencia y de desaparición de ETA". Sin embargo, ha avisado de que "nada empieza, ni termina hoy", por lo que será necesario seguir trabajando por una "convivencia normalizada", aunque, a partir de ahora, esta tarea se desarrollará "en un escenario mejor".

Por ese motivo, ha explicado que el Gobierno vasco "dará continuidad", a través de su 'Plan de Convivencia y Derechos Humanos', al trabajo "en favor de la paz" desarrollado durante años por "tantas personas, entidades e instituciones".

"Tenemos un proyecto de futuro y de esperanza con un objetivo central, el encuentro social, la aspiración de una convivencia normalizada. El compromiso ético continúa", ha manifestado.