El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha hecho este miércoles un llamamiento a los catalanes a "comprometerse colectivamente como país" ante el "intento" del Estado de "inhabilitar a todo un pueblo" por el proceso soberanista.

En la clausura de un acto convocado por los ex presidentes del Parlament Joan Rigol, Ernest Benach y Núria de Gispert, en apoyo a la presidenta de la cámara catalana, Carme Forcadell, y a los demás miembros de la Mesa querellados por el proceso soberanista, Puigdemont ha subrayado que "ninguna democracia se puede permitir inhabilitar el trabajo del Parlament: debatir, discutir y acordar".

Por su parte, Forcadell ha acusado al Estado de intentar "convertir en delito la tramitación de propuestas parlamentarias", lo que a su juicio "constituye un ataque a los cimientos de la democracia". "Estaremos a la altura del momento histórico que vivimos, no tengan ninguna duda", ha proclamado Forcadell durante el acto de apoyo convocado en el propio Parlament, en el que ha contado con el Govern en pleno, liderado por Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Raúl Romeva y Neus Munté, además del ex presidente Artur Mas, Francesc Homs e Irene Rigau, a los que se ha hecho extensivo el apoyo por su inhabilitación por el 9-N.

El acto organizado oficialmente por los ex presidentes del Parlament de Gispert, Benach y Rigol en apoyo de Forcadell ha servido para exorcizar los fantasmas que atenazan al independentismo tras una Semana Santa trágica, tanto por los enfrentamientos entre sus dirigentes -dentro del Govern a cuenta de quién firma los decretos de referéndum y asume los riesgos y a nivel de partidos, con la filtración de conversaciones privadas incluida- como por los sondeos que confirman el debilitamiento del independentismo en la calle.

Forcadell, abanderada independentista

En este contexto, Carme Forcadell y su particular vía crucis judicial es una bandera inmejorable para llamar arrebato a las huestes independentistas. Probablemente más eficaz, a estas alturas, que el inestable tándem que forman Carles Puidemont y Oriol Junqueras. La presidenta del Parlament ya declaró el pasado diciembre ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por haber permitido la votación en el pleno de las conclusiones de la Comisión de estudio del proceso constituyente, originada en una resolución anulada por el Tribunal Constitucional.

Forcadell desobedeció con su decisión -rechazada por toda la oposición parlamentaria- las advertencias del Constitucional sobre las iniciativas que dieran cumplimiento a la resolución del 9N de 2015 sobre el proceso independentista. Esa declaración ya sirvió de argumento para una manifestación de cargos electos ante las puertas del Palacio de Justicia de Barcelona que incomodó seriamente al TSJC.

En marzo, la Fiscalía presentó na segunda querella contra la presidenta de la Cámara por la votación en el Debate de Política General de una resolución sobre el referéndum unilateral, que se hizo extensiva en este caso a los miembros de la Mesa que avalaron la votación, Lluís Corominas (PDCat), Anna Simó (ERC) y Ramona Barrufet (PDCat).