Sucedió en 1996. En aquella ocasión el presidente del PNV era Xabier Arzalluz y quien aspiraba a liderar el Gobierno, José María Aznar. Entonces, los nacionalistas pactaron su proclamación como presidente a cambio de cesiones en una negociación que dejó para la historia un apretón de manos entre Aznar y Arzalluz. Esta tarde, más de dos décadas después, el actual presidente del PNV, Andoni Ortuzar ha rememorado aquella escena para asemejarla a la que ayer jueves vivió en el Palacio de La Moncloa, cuando a última hora los dos equipos negociadores, populares y nacionalistas, volvieron a apretarse la mano para sellar que había acuerdo presupuestario.

El presidente del EBB ha recordado esta tarde que entonces Arzalluz aseguró que al PNV “nunca le temblará el pulso para pactar si creemos que conviene a nuestra causa, a Euskadi”: “Esta vez tampoco nos ha temblado el pulso”, ha resumido un sonriente Andoni Ortuzar en la presentación del acuerdo en la sede de la formación. El dirigente nacionalista ha señalado que los dos pactos que con dos décadas de diferencia han suscrito ambas formaciones se asemejan en “el paso adelante que ha sabido dar el PNV” en unas circunstancias complejas y difíciles.

Sin embargo, en aquella ocasión Arzalluz no dudó en dejarse fotografiar. Lo hizo bajo la atenta mirada de sus acompañantes, el propio Mariano Rajoy por parte del PP y de Iñaki Anasagasti por el PNV. Ortuzar, en cambio, que esta mañana ha firmado el documento junto con Rajoy en el despacho de Rafael Hernando en el Congreso, ha preferido hacerlo en silencio, sin cámaras de por medio. Nada de foto conjunta. Estos días el PNV sopesaba si era adecuada esa imagen, la de figurar como el nuevo sustento de un PP ahogado por la corrupción. En Sabin Etxea son conscientes de que a partir de hoy lo que resta es una labor "pedagógica" para justificar el apoyo a Rajoy y mitigar las posiciones de rechazo que ya se escuchan en el mundo nacionalista.

Andoni Ortuzar ha evitado hoy dejarse fotografiar junto a Rajoy en el momento en el que firmaba el acuerdo en e despacho de Rafael Hernando

Pese a todo, el líder del PNV ha reiterado esta tarde que se trata de un buen acuerdo no sólo en lo económico sino también en lo político y en la renovada relación que facilita entre los dos partidos. “Se pone el contador a cero en nuestra relación con el Estado, que hasta ahora estaba en saldo negativo”. Ha reconocido que la negociación ha sido compleja “larga y trabada”, en especial en los últimos días, en especial el pasado jueves cuando se requirió la intervención de Mariano Rajoy para desbloquear la negociación. “El PP tenía atrofiado el músculo de la negociación y ha necesitado tiempo”, ha señalado el presidente del PNV.

Ortuzar ha revelado que en el transcurso de la negociación por parte del equipo del PP hubo sectores que abogaron por “no quemar todas las bazas” en la negociación para los presupuestos de 2017 y reservar algunas contraprestaciones para una futura negociación de las cuentas de 2018. Sin embargo, se ha felicitado de que finalmente se impusieran quienes defendían la necesidad de dotar de estabilidad y reforzar la imagen de las instituciones españolas de cara al panorama internacional, incluso con un presupuesto con apenas seis meses de vigencia.

3.380 millones para el TAV

El acuerdo suscrito, que ha tenido como contraprestación paralela el acuerdo del Cupo, incluye compromisos en materias como el Tren de Alta Velocidad –con compromisos hasta 2023 que suman 3.380 millones de euros- además de otras intervenciones de carácter ferroviario. También incluye un ajuste de las tarifas eléctricas en el tramo que más afecta al tejido industrial como el vasco –y que beneficiará a otras zonas del país con un perfil industrial similar- a razón de un ahorro de casi 50 millones anuales para las empresas vascas. Junto a ello, se acuerdan compromisos como la construcción de dos plataformas logísticas en Álava y Guipúzcoa, que suman inversiones por un importe de 220 millones de euros.

El acuerdo establece además que la Ertzaintza tendrá por su condición de policía integral derecho a participar en el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y Crimen Organizado y en foros europeos.

Una parte de los negociadores del PP fue reacio a otorgar al PNV tantas concesiones para un presupuesto "de seis meses"

A todo ello se suma el acuerdo que de forma paralela y vinculada han mantenido el Gobierno vasco y el Ministerio de Hacienda y que se ha traducido en un compromiso para devolver a Euskadi 1.400 millones de euros correspondientes a las discrepancias que ambas administraciones arrastraban desde 2007. Este importe se aportará a lo largo de los próximos cinco años en porcentajes ascendentes del 10% este ejercicio y que irán creciendo hasta el 30% en 2021.

Junto a ello, se establece que se fijará en 1.300 el cupo “base” para 2017, que tras descontar los 344 millones correspondientes a las políticas activas de empleo conlleva un pago por parte del País Vasco para este año de 956 millones en concepto de Cupo. Este nuevo “Cupo base” –importe con el que Euskadi financia su parte de las competencias del Estado no transferidas- servirá de referencia para determinar las cantidades y la fórmula de cálculo que está previsto incorporar en la nueva Ley Quinquenal del Cupo que ambas partes se han comprometido a aprobar antes del fin de año.

Ortuzar asegura que no se han pedido transferencias para no "mezclar churras y merinas"

Lo que ha quedado fuera del acuerdo entre el PNV y el PP han sido cuestiones que los nacionalistas también reclaman al Ejecutivo de Rajoy, como un cambio en la política penitenciaria, pasos para avanzar en las políticas de paz y convivencia en el País Vasco o avances en materia de autogobierno. Ortuzar sí ha señalado que pese a no haberse incluido sí se considera que el clima ha mejorado como para poder abordarlos a medio plazo: “Ahora tenemos una mayor confianza para hablar”.

Ha apuntado que a pesar de que “Mariano Rajoy sigue siendo Mariano Rajoy”, al menos sí se ha logrado engrasar un canal de comunicación y relación inexistente hasta ahora y que se ha traducido en más llamadas entre ellos que en toda la pasada legislatura.

Ortuzar también ha afirmado que en la negociación el PNV no ha reclamado la transferencia de nuevas competencias, como ha sido habitual en negociaciones precedentes. Para el líder nacionalista, no era momento de “mezclar churras y merinas” ya que el País Vasco se encuentra en estos momentos en otro contexto y momento político: “Estamos en otro estadío”. En este punto ha recordado que la fase que en materia de autogobierno afronta Euskadi pasa por la negociación de un nuevo estatus político en el seno de una ponencia parlamentaria ya creada, “y aunque reclamaremos siempre hasta la última transferencia, nos ha parecido mejor dejarlo fuera ahora”.