El cardenal australiano George Pell, ministro de Finanzas del Vaticano, ha sido acusado de múltiples abusos sexuales contra niños en Australia, según ha anunciado la policía del país y recoge Efe. La imputación llega ocho meses después de que las autoridades australianas interrogaran a Pell en Roma por estas acusaciones, que él se ha apresurado a desmentir.

El propio Pell, el número tres de facto de la Santa Sede, ha afirmado que está "deseando comparecer" ante la Justicia y que es "inocente" de los cargos de presunta pederastia.

El cardenal, de 76 años, tendrá que comparecer ahora ante la Corte de Magistrados de Melbourne el 18 de julio. Pell negó "vigorosamente" todas las acusaciones de abusos sexuales cometidos en el pasado y viajará a su país, Australia, para limpiar su nombre, indicaron funcionarios de la Iglesia Católica el jueves.

La inculpación de Pell se produjo en las últimas fases de una larga investigación sobre las respuestas institucionales aportadas en Australia a los supuestos abusos sexuales cometidos contra niños, ordenada por el gobierno en 2012.

El cardenal Pell había comparecido en tres ocasiones en el marco de este caso y reconoció ante la comisión de investigación que había "fallado" en su gestión de los curas pedófilos en el estado de Victoria en los años 70. Había sido acusado de abusos sexuales cuando era arzobispo de Sídney, en 2002, aunque después fue exculpado.

El eclesiástico fue ordenado sacerdote en Roma en 1966, antes de regresar a Australia en 1971, donde escaló peldaños de la jerarquía católica. Fue elegido en 2014 por el papa Francisco para arrojar luz y aportar transparencia a las finanzas del Vaticano.

Larga investigación

La comisión ha entrevistado a miles de supervivientes y escuchado las denuncias de abusos contra niños que implicarían a iglesias, orfanatos, clubes deportivos, grupos juveniles y escuelas.

Según datos extraídos de la investigación y publicados en febrero, el 7% de los sacerdotes católicos habrían estado acusados de abusar de niños en Australia entre 1950 y 2010, aunque estas acusaciones nunca fueron investigadas.

Alrededor de 4.444 supuestos incidentes de pedofilia fueron reportados a las autoridades eclesiásticas y, en algunas diócesis, más del 15% de los curas habrían estado implicados en ellos, según la investigación. La edad media de las víctimas, en aquel momento, era de 10 años para las niñas y de 11 para los niños.

De los 1.880 supuestos autores de los abusos, el 90% eran hombres. La orden de religiosa de St John of God Brothers habría sido la peor, con más del 40% de sus miembros acusados de cometer abusos.