El vídeo corre en las redes como la pólvora. En Youtube lo han visto ya cerca de un millón de personas y no hay día que no se arroje a la cara acompañado de un: "Toma, aprende un poco de historia". Se trata de Historia de Cataluña en 10 minutos, faro del relato independentista realizado por la productora Carki, que ya publicó hace tiempo un vídeo similar, con más éxito si cabe, sobre el País Vasco.

El vídeo original está lleno de sesgos, medias verdades, reinterpretaciones históricas o directamente mentiras. "Y aun así, no es de lo peor que he visto", dice a El Independiente Jordi Canal i Morell, autor del éxito Historia mínima de Cataluña (Turner, 2015) natural de Olot (Gerona), historiador doctorado y profesor de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París.

Junto al profesor nos paramos a analizar el vídeo, punto por punto. Canal lo detiene a cada imprecisión y, al cabo de una hora, el concepto de la obra ha cambiado por completo. Esta no es la historia de Cataluña en 10 minutos, sino la historia de Cataluña en 10 mentiras:

1 - La trampa del presentismo. El vídeo, desde el primer momento y durante toda su extensión, mantiene en el mapa la frontera de la actual Cataluña. Incluso desde la época griega, donde da inicio al relato de una historia presuntamente diferenciada de la del resto de la península. "Es un abuso absoluto", dice Canal. "No existe en esta época Cataluña, ni nada que se le parezca, ni nada que esté predestinado a serlo". El vídeo, sin embargo, insiste en presentar la colonia de Ampurias como "el inicio de lo que será Cataluña".

Con la llegada de los romanos, el truco continúa siendo el mismo. "Sigue apareciendo una línea que está condicionando a la persona que ve el vídeo a que imagine que esas cosas que están ahí son distintas de las que hay en otra parte, lo que en esa época no tiene ningún sentido", dice el historiador. "Es curioso que el vídeo, cuando destaca poblaciones romanas importantes, opta por las que ahora son capitales de provincia, que no son necesariamente las más importantes en aquel momento", continúa.  "Podría hablar de la actual Badalona, por ejemplo, o la actual Mataró, que en este momento eran muy importantes. Hay un intento de vincular esas ciudades con lo que son ahora: es más importante colocar Gerunda que colocar Ampurias porque te remite más al presente".

La conclusión, en este sentido, es clara: "Uno de los problemas del vídeo, y del relato del nacionalismo, es la trampa permanente del presentismo". Un ejemplo evidente de esto se da cuando el relato asegura que los visigodos "pasan por Cataluña" en su camino hacia la conquista de la península. "Como si Cataluña existiera en aquel momento", rebate el profesor.

2 - Las 'dos Cataluñas'. El relato hace especial hincapié en el surgimiento de la Marca Hispánica propiciada por los francos para arrebatar territorio a los musulmanes que dominaban la península. Es ahí donde surgen los primeros condados, y es ahí donde el vídeo asegura que existen "dos Cataluñas". "Cataluña la vieja, la de los condados; y Cataluña la nueva, que todavía es territorio musulmán", simplifica la voz en off que guía al vídeo.

Esta afirmación es de las más obscenas de todo el conjunto. "No hay dos Cataluñas, simplemente eso es Al-Andalus", dice Canal para referirse a lo que Carki denomina como Cataluña la nueva, en un tiempo en el que según el vídeo surge ya la sociedad catalana como un conjunto. "Se habla de esto como algo evidente y como si existiera. No existe una sociedad catalana, ni siquiera existe el nombre de Cataluña. Existen unos condados que empiezan a unirse en el norte de lo que ahora es Cataluña, y siempre tenemos en el mapa ese recordatorio de lo que va a ser", insiste Canal. "En ese momento del que habla, la separación del Norte y del Sur, el Sur no tiene ninguna frontera".

3 - La innombrable Corona de Aragón. La producción hace referencia al enlace de Ramón Berenguer y Petronila como el momento en que los condados catalanes se unen a la Corona de Aragón, con "total autonomía de gobierno". "Otra vez los términos", subraya Canal, "autonomía y autogobierno son términos que volvemos a aplicar desde el presente sobre el pasado".

El vídeo pasa a continuación a la expansión del Mediterráneo y, por arte de magia, las referencias a la Corona de Aragón desaparecen inmediatamente. "Cataluña es ahora una gran potencia", asegura el relato. El historiador lo contradice: "Cuando habla de la expansión por la península y el Mediterráneo dice que es la expansión catalana, no la expansión de la Corona de Aragón. La terminología catalana inventó en el s.XIX términos nuevos para la Corona de Aragón que nunca habían existido hasta el momento. La gente entonces se reconocía como aragonesa. En la expansión mediterránea los almogávares, que ahora se han convertido en agentes nacionalizadores, lo que gritaban era: '¡Aragón, Aragón!".

"Si se hubiera matizado y dicho que en Mallorca fueron básicamente catalanes, pues sí. Pero no se puede sostener es que Valencia fuese conquistada específicamente por catalanes, cuando ahí fueron los aragoneses quienes llevaron la batuta de la conquista de lo que va a ser el Reino de Valencia", continúa Canal, que atribuye ese diseño a "una idea de futuro, que es la idea de un cierto nacionalismo catalán de los Países Catalanes".

4 - La falsa continuidad de las instituciones. El vídeo se detiene, lógicamente, en la creación de las principales instituciones catalanas. "La autogestión catalana se hace cada vez más sólida", dice el narrador, mientras el actor del vídeo muestra un puño cerrado en señal de fuerza.

"Es cierto que en el s.XIV aparece una institución que se llama Diputación del General, que no tiene nada que ver con la Generalitat actual", dice Canal, que afea que el vídeo ilustre a las instituciones del siglo XIV con sus símbolos actuales. "Se trata de darle una continuidad que también adoptan los presidentes de la Generalitat, sin tener en cuenta que la Generalitat, hasta el siglo XVIII, no tiene nada que ver con la Generalitat actual".

El autor de Historia mínima de Cataluña rebate el mito de la "restauración" de la Generalitat en 1931. "No hay una restauración sino una creación de una institución que va a llevar el nombre antiguo de la Generalitat. No hay 130 presidentes de la Generalitat, la cuenta empieza con Francesc Macià, pero el relato nacionalista siempre intentará eso", continúa.

En este sentido, insiste en señalar que "si la Generalitat del 31 se llama Generalitat fue a propuesta del ministro de justicia Fernando de los Ríos (PSOE), que se lo propuso a Macià y Companys".

5 - El sesgo social. El vídeo insiste en varias ocasiones en el presunto carácter social de la construcción de la nación catalana. Y hace referencia, en primera instancia, a las primeras revueltas campesinas en las que, según su versión, el monarca se pone en contra de las élites para "liberar a los campesinos de las ataduras de los nobles y de sus abusos".

"El rey no se pone totalmente al lado de los campesinos, saltándose a los nobles. Llegan a un entendimiento que favorece a unos campesinos, los más ricos, y deja colgados a los otros. Esa lectura en clave sociomarxista, que estuvo de moda en cierto momento, ya está muy cuestionada", explica el profesor. El vídeo insiste posteriormente en varias ocasiones en hacer coincidir las revueltas sociales con revueltas nacionales.

6 - El aislamiento en América. El relato de la productora destaca la autonomía "de Aragón y Cataluña" bajo el reinado de los Reyes Católicos. Y asegura que, mientras Castilla se lanza al descubrimiento de América, "Aragón y Cataluña no participan de esa colonización, siguen su propio camino y se centran más en la conquista del Mediterráneo, expandiéndose hasta Cerdeña, Sicilia y Nápoles". Otra vez el lenguaje: mientras Castilla coloniza, Cataluña se expande.

"Primero, seguimos hablando de Corona de Aragón. Y luego, los últimos estudios muestran que los catalanes sí tuvieron un papel en la conquista de América. Que América fue sólo para los castellanos es un mito", dice el profesor. "Los catalanes, sobre todo desde un punto de vista comercial, hicieron un gran negocio y tuvieron una gran intervención en América. Aunque los puertos catalanes no se abren hasta el siglo XVIII, hasta entonces los productos catalanes iban hacia el sur por cabotaje y desde allí iban a América", añade.

Un vistazo, sin ir más lejos, a los políticos de la época, desmiente el aislamiento aragonés en América. Melchor Navarra y Rocafull, Manuel Amat y Juniet, Manuel de Oms y de Santa Pau o Gabriel de Avilés y del Fierro, todos ellos aragoneses y alguno de ellos catalán, fueron virreyes de Perú.

7 - La Guerra de Sucesión. El vídeo, en poco menos de un minuto, despacha la Guerra de Sucesión bajo la argumentación clásica del nacionalismo catalán: una guerra civil española en la que Cataluña lucha a favor de los Austrias por sus garantías hacia el autogobierno y el resto de España apoya al centralista borbónico. Culminada por la derrota del 11 de septiembre de 1714, hoy conmemorado en la Diada, y el paso al ostracismo de las instituciones catalanas.

"Evidentemente, la Guerra de Sucesión es una guerra dinástica, pero no se dice que es eminentemente una guerra internacional en la que están todas las potencias europeas, y en la que el apoyo a uno u otro candidato tiene que ver con los intereses de esas potencias, no con las ideas de más centralismo o menos. La clave en esta guerra es el juego entre Gran Bretaña, Francia y Austria", explica Canal.

También es discutible la idea del apoyo monolítico en Cataluña hacia el candidato austracista. "Eso hay que matizarlo, las cosas no son tan simples. Hay catalanes en el bando felipista. Personas, pero también poblaciones como Cervera y muchas otras. Y tampoco es cierto que en el resto de España todo el mundo fuera felipista, también había austracistas en Castilla".

8 - El nacionalismo proletario. El vídeo avanza y relata el proceso de industrialización que Cataluña y el resto de Europa viven en el S.XIX como causa del renacimiento del proletariado y, de su mano, del catalanismo político, al que vuelve a insistir en conferir un origen social, rebelde y obrero.

"Vincular tan claramente proletarización y catalanismo político es una lectura que ha generado debates historiográficos", adelanta el profesor, que refleja a los dos bandos enfrentados en esta interpretación. "La tesis de que el catalanismo tiene origenes populares era la de Josep Termes y algunos historiadores que contradecían la tesis que hace mucho tiempo puso en circulación Solé Tura, y retomaron luego muchos otros, de que el catalanismo político nace de la burguesía".

"Me da la impresión de que detrás del vídeo hay un discurso nacionalista catalán, pero un nacionalismo de izquierdas", analiza el autor de Historia mínima de Cataluña.

9 - La reinterpretación del carlismo. Canal, como experto en la historia carlista, entra a fondo en la interpretación nacional que el vídeo hace de estos conflictos, según la cual Cataluña como unidad se posiciona junto al aspirante Carlos María de Borbón como garante de su autogobierno.

"Esto es una falsedad absoluta", dice el profesor. "En Cataluña, los carlistas fueron muy importantes, pero no son mayoritarios salvo en algunas zonas: parte de la Cataluña interior, alguna parte de la Cataluña meridional, pero en el fondo son los liberales quienes predominan en Cataluña en ese momento".

"En muy pocas ocasiones se alude al autogobierno o a las instituciones catalanas durante las guerras carlistas", continúa Canal, que asegura que el nacionalismo catalán y el vídeo en particular hacen una lectura "a la vasca" del conflicto.

El relato, además, únicamente hace referencia a los conflictos en los que Cataluña, de alguna forma, participa y pierde. Nunca a aquellos en los que participa y gana. "Obvia por ejemplo la Guerra de Independencia, donde la movilización catalana no habla de instituciones y es totalmente por España. No entra bien en el relato", analiza.

10 - El catalán en el franquismo. Mientras que el franquismo supone una evidente reacción contra todas las instituciones republicanas, incluida la Generalitat, que se extiende de manera uniforme durante los 40 años de dictadura, la represión hacia el catalán sufre diferentes estadios. Se prohíbe la prensa diaria en catalán y buena parte de su uso en las instituciones. Como explica Canal, la utilización del idioma evoluciona durante esas cuatro décadas y, de hecho, en el "último franquismo" se convierte en un arma poderosa y eficaz de contestación.

Es el 'boom' de la nova cançó catalana, sin duda una de las expresiones culturales de mayor valor político y contestatario. Voces como las de Joan Manuel Serrat o Lluís Llach, hoy diputado de Junts pel Sí, emergen entonces como referentes no sólo en Cataluña, sino en toda España, que encuentra en sus mensajes un refugio antifranquista. Aun así, es durante estos años, en 1968, cuando Serrat se niega a acudir a Eurovisión al prohibirsele cantar en catalán.

También la literatura catalana florece desde finales de los años 50: comienzan a entregarse premios a la literatura en catalán y a editarse revistas especializadas. En 1970, se firma el decreto que permite la enseñanza en idiomas distintos del castellano en la enseñanza primaria.