Al menos 305 personas han muerto y otras 130 han resultado heridas en un atentado contra una mezquita en el norte de la península del Sinaí, en Egipto, donde los atacantes han detonado una bomba en el templo durante las oraciones y después han pasado a abrir fuego. La cifra la ha dado la televisión egipcia y la agencia estatal de información, MENA.

Se trata ya del atentado más sangriento de la historia reciente de Egipto, por delante del derribo del avión Metrojet, en la misma zona, en 2014.

El ataque ha tenido lugar en la mezquita de Al Rawdah, situada en la localidad de Bir al Abd, a unos 40 kilómetros de la capital de la provincia, El Arish. Los presuntos autores podrían ser adeptos a la mezquita.

El Arish es escenario habitual de ataques de milicias y grupos armados de la región, de acuerdo con las primeras informaciones de medios egipcios tras la detonación.

Una fuente de los servicios de seguridad ha explicado a Efe que los atacantes han colocado artefactos explosivos de fabricación casera alrededor del edificio y los han detonado a la salida de los fieles del rezo del viernes, el día sagrado para los musulmanes. Las personas que han podido escapar de la explosión han sido tiroteadas por los extremistas.

Varios testigos han afirmado que los autores iban vestidos con uniformes militares y conducían dos vehículos durante el ataque, informa el medio Alarabiya. Además, señala que el Ministerio de Sanidad del país ha confirmado que los atacantes han abierto fuego sobre las ambulancias que trasladaban a los heridos. Este mismo medio señala que el Cairo ha anunciado estado de emergencia y que el presidente del país, Abdel Fattah al-Sisi, ha pedido al ejército y a la policía que protejan los lugares religiosos en Sinai después del ataque. Señala también que que las autoridades egipcias han cerrado la frontera con Gaza, que se abrió hace seis días por primera vez después de diez años.