Ha sido un nuevo capítulo de discrepancia. Si el pasado lunes la fractura en el seno del Gobierno de coalición de Iñigo Urkullu la provocó el informe sobre torturas y malos tratos policiales entre 1960 y 2014, esta mañana las diferencias entre ambos socios las ha provocado otra cuestión más compleja de acercarles: el ejercicio del derecho a decidir. La comisión que para la elaboración de un proyecto de nuevo Estatuto está en marcha en el Parlamento vasco debía acordar hoy si la cuestión quedaba fuera del futuro Estatuto de Autonomía que aspira a elaborar la Cámara vasca o si por el contrario ésta debe formar parte esencial de su contenido.

Finalmente, la parte nacionalista del Gobierno vasco que representa el PNV se ha decantado por incluir el derecho a decidir como un elemento esencial del futuro Estatuto mientras que el socio ‘constitucionalista’, el PSE, ha votado en contra.

De este modo, los socialistas se sumaban a la propuesta realizada por Elkarrekin Podemos quien había planteado la posibilidad que se constituyera una mesa paralela a la ponencia de autogobierno para que esta delicada cuestión no condicionase el debate del resto de elementos que forman parte del proceso estatutario. Así, el PNV ha ignorado la propuesta hecha por sus socios de gobierno en favor de que se buscaran otras vías para que el debate sobre el derecho a decidir no interfiriera en el resto del proceso de elaboración del futuro nuevo Estatuto vasco.

El PSE había respaldado la petición de Podemos para sacar el derecho a decir del debate Estatutario de la ponencia

La secretaria general del PSE había afirmado este lunes que existen “mimbres” para conformar una mayoría suficiente para reformar el Estatuto de Gernika pero que las profundas discrepancias en cuestiones como “el derecho a decidir, la secesión o la independencia” pueden poner en peligro. Recordó que se trata de conceptos “que superan la legalidad, son ilegales” y por tanto sería aconsejable dejar fuera de la ponencia estatutaria. Sin embargo, la decisión de mantener el derecho a decidir como materia de la ponencia se ha impuesto gracias al apoyo del PNV y EH Bildu. El resto de grupos -PSE, Podemos y el PP- se han opuesto.

Críticas de PP, PSE y Podemos

El PNV ha recordado que la relevancia del debate no es baladí. El portavoz nacionalista en el Parlamento, Joseba Egibar ha subrayado que el derecho a decidir es un aspecto que reclama la inmensa mayoría de la Cámara vasca. Ha defendido que 57 de sus 75 parlamentarios apoyan que la ciudadanía vasca sea consultada al respecto por lo que ha reclamado “comprensión y respeto” a PP y PSE.

Desde la izquierda abertzale ha acusado a PP y PSE de querer ejercer “un derecho de veto desde su minoría” en contra de quienes defienden el derecho a decidir su futuro, “por eso amenazan con la aplicación del 155.

Podemos ha lamentado que no prospere su propuesta de dos mesas paralelas ya que supone “liquidar” la posibilidad de alcanzar un acuerdo amplios y transversal.

El PNV reclama 'respeto' a PSE y PP a una reclamación apoyada por 57 de los 75 parlamentarios de la Cámara vasca

Desde el PP se ha descalificado el giro que con esta decisión da la ponencia de autogobierno. El portavoz popular, Borja Sémper ha cuestionado a las formaciones nacionalistas si “no tenemos ya demasiados ejemplos”, en referencia a Cataluña, del riesgo que supone sumergirse en un proceso por el derecho a decidir, ¿de verdad nos vamos a meter en semejante lío?”, se ha preguntado.

Ante la imposibilidad que se puedan encontrar posiciones de consenso suficientes, la ponencia ha acordado aplazar hasta febrero su próximo encuentro. Para entonces cada formación política deberá acudir con un borrador de Estatuto elaborado a partir del actual y con las propuestas que considere adecuadas. Previamente todos los grupos han conocido cuáles son los posibles puntos de entendimiento con el resto de formaciones.