Las declaraciones no dejaron lugar a dudas. A los detenidos en la lucha contra ETA la información se les sacaba "como se pudiera", incluso ejerciendo la tortura, "obviamente". Una práctica que en el caso de los militantes de la organización terrorista aplicarían todos los cuerpos policiales y servicios de información y que además habría dado buenos resultados; "los vascos, por lo general son blandos, cuando se les toca un poquito, cantan, no son muy duros. Son gente noble. Entre los etarras había mucho borono y gente muy lista, pero cantaban". Las afirmaciones las hizo un subteniente de la Guardia Civil en TV3 el pasado día 1. Manuel Pastrana ha relatado en un libro, En el nombre del guerra sucia, su experiencia a comienzos de los 70 en Irún en la lucha contra ETA, su infiltración en la banda y sus vínculos con la guerra sucia. Su intervención en la televisión autonómica catalana, reconociendo la práctica de la tortura, ha llevado a EH Bildu a preguntar al ministerio del Interior sobre la existencia de estas prácticas.

La parlamentaria de EH Bildu, Marian Beitilarrangoitia ha dirigido una pregunta al ministerio de Fernando Grande Marlaska, en la que le cuestiona sobre la posibilidad de que tras la afirmaciones de Pastrana se abra una investigación. Junto a ello cuestiona al Gobierno si está de acuerdo con la afirmación de que en la lucha contra ETA había que utilizar cualquier método para combatirla, tal y como aseguró el subteniente, "había que combatir a ETA con lo que se pudiera". En tercer lugar se interpela al ministerio sobre otras de las aseveraciones que hace el autor para justificar las torturas y en las que en las que afirma que la información a un detenido "hay que sacarla como se pueda".

https://youtu.be/J8cPs39vfg0

Beitilarrnagoitia pregunta al Gobierno si tras conocer la existencia de estas prácticas, en voz del subteniente Pastrana, tiene previsto iniciar una "investigación más en profundidad para conocer la magnitud real de la tortura". Finalmente se traslada al Ejecutivo la pregunta de si tras el informe del Gobierno vasco en el que se apunta la existencia de más de 4.000 casos de posible tortura policial, así como las sentencias del Tribunal Europeo contra España por no investigar denuncias de tortura , "¿no son evidencias suficientes par que el Gobierno analice en profundidad lo ocurrido en esta materia y deje de negar su existencia?".

En la citada entrevista el agente de la Guardia Civil recuerda cómo fue trasladado a Irún en 1972 y allí logro acercarse al entorno de ETA. Pastrana detalla en la misma cómo entabló amistad con miembros de la banda refugiados en Francia. Una amistad que le llevó a infiltrarse en la organización durante dos años. Asegura que salió de ella cuando se iba a proceder al secuestro de un industrial. Sobre el trato a los presos de ETA, no oculta que se les torturaba para sacarles información, "no ibas a invitarles a tomar un café" y que esa era una práctica extendida en todos los cuerpos policiales. Pastrana señala incluso que en España "les hemos tratado bastante bien" en comparación con las prácticas en otros países.

Pastrana asegura que no se arrepiente de nada de lo que hizo. En la entrevista relata que estuvo relacionado con los servicios que participaron en la 'guerra sucia' contra ETA, los GAL, "que los mandé un tiempo" fundamentalmente para la obtención de información. Sobre los mismos señala que cuando Felipe González llegó al poder "ya existían" y que con ellos en ningún caso se rebasaron "líneas rojas".