El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha aceptado finalmente la delegación de voto de los diputados de JxCat suspendidos por el juez Llarena en los términos pactados hoy por las cúpulas de JxCat y ERC, pese al rechazo de los letrados del Parlament. Y ha acordado a continuación la suspensión del Pleno, oficialmente por la demora de ocho horas en su inicio. Extraoficialmente, por la petición de los grupos de la oposición para que reconsidere su decisión.

Tras horas de discusión entre los dos socios de gobierno la Mesa ha acordado la sustitución de Carles Puigdemont, Jordi Sánchez, Josep Rull y Jordi Turull por el portavoz de JxCat, Albert Batet, y de Oriol Junqueras y Raül Romeva por el de ERC, Sergi Sabrià. Los primeros lo han hecho, sin embargo, con una fórmula que remite a la delegación de voto y que los letrados han rechazado frontalmente: "no podemos contabilizar esos cuatro los votos" han advertido ante la Mesa y la Junta de Portavoces.

Ese ha sido el detonante para una intervención en la Junta de Portavoces en la que la portavoz de CatEC, Elisenda Alamany, ha recriminado directamente a JxCat haber incumplido lo acordado en el pleno del martes, con un dictamen aprobado por los comunes "para desbloquear" el funcionamiento del Parlament. Y los representantes de PSC y PP han recriminado a los neoconvergentes que hayan impuesto una fórmula diferente a la de Junqueras y Romeva, que los partidos de la oposición han avalado tácitamente.

La conclusión de estos grupos: que se ha ofrecido a Torrent un nuevo margen temporal para que reconsidere la decisión de aceptar la delegación de voto de los diputados de JxCat. El acuerdo adoptado hoy en contra del criterio de los letrados no ha tenido todavía consecuencias legales, puesto que el voto no se ha utilizado en Pleno, han recordado al presidente de la cámara para que reconsidere su posición.

 

El acuerdo cumple los objetivos de la suspensión temporal dictada el pasado mes de julio por el juez instructor Pablo Llarena al mantener las mayorías parlamentarias y preservar los derechos de los diputados imputados. Pero cuestiona el auto remitiéndose al pleno del martes, en el que se votó e contra de la decisión del Supremo, y a las delegaciones de voto anteriores, situando a Roger Torrent a las puertas de un presunto delito de desobediencia.

Torrent asegura que los letrados "han expresado dudas" sobre el texto propuesto para defender el acuerdo de la Mesa

Torrent ha asegurado tras la reunión de la Mesa que los letrados han "expresado dudas" sobre la legalidad da fórmula utilizada por JxCat, por su referencia a la delegación de voto anterior a la suspensión, pero ha argumentado que los escritos de Puigdemont, Sanchez, Rull y Turull se remiten al acuerdo del 2 de octubre, que en su punto número dos acordaba la sustitución de los diputados suspendidos.

Sin embargo, otras fuentes de la Mesa hablan de un rechazo rotundo de los letrados del Parlament por esa referencia a la delegación de voto. El texto presentado por Puigdemont simplemente dice que "verifico que el documento" remitido por Albert Batet a la Mesa del Parlament esta mañana, y que este "expresa mi voluntad en relación al acuerdo del pleno del 2 de octubre".

Informe de los letrados

Los tres grupos de la oposición, C's, PSC y PP, han presentado peticiones de reconsideración del acuerdo, que han rechazado atendiendo al criterio de los letrados. El socialista Miquel Iceta ha pedido además, formalmente, un informe jurídico de los letrados del Parlament sobre la "adecuación del escrito de Albert Batet con la Interlocutoria del Tribunal Supremo" de suspensión de los diputados imputados.

Ese escrito, registrado por JxCat esta mañana y firmado por Batet, señala que "dada la Resolución del Pleno del 2 de octubre que rechaza la suspensión" dictada por el Tribunal Supremo, "comunico que seguiré votando en representación" de Puigdemont y los tres diputados en prisión. Y remite a las delegaciones de voto acordadas por la Mesa en mayo.

Una fórmula que los letrados ya han rechazado esta mañana, señalando que esas delegaciones de voto han decaído, y en todo caso el acuerdo aprobado por el pleno del martes habilita una fórmula nueva, la designación de un sustituto "mientras dure la actual situación jurídica".

Torrent ha rechazado esa propuesta alegando que debían ser los propios interesados los que firmaran su propuesta de sustitución, a lo que JxCat ha transigido finalmente tras horas de encierro de las cúpulas de ambos partidos en el Parlament.

Larga desavenencia

La fórmula para sustanciar esta suspensión, dictada por el juez Pablo Llarena el 9 de julio, ha provocado desde entonces una dura batalla entre republicanos y neoconvergentes por la negativa de los segundos, especialmente Puigdemont, a aceptar esa suspensión.

La bronca entre ambos grupos de la mayoría independentista ha llevado a especular con la ruptura de la coalición y la convocatoria de elecciones anticipadas, si unos y otros no eran capaces de acordar una fórmula para salvaguardar la mayoría parlamentaria.

Ese conflicto está en el origen del pleno suspendido el pasado julio, cuando Torrent se negó a contabilizar los votos de los diputados suspendidos por Llarena y JxCat se negó a aplicar la fórmula diseñada por los letrados y pactada por Esquerra con el PSC y los Comunes, que suponía la sustitución de los seis diputados suspendidos por miembros de sus grupos, de modo que se garantizaban las mayorías parlamentarias sin que los afectados renunciaran definitivamente al acta de diputado.

Tras esa bronca, que obligó a "cerrar el Parlament", cancelando todas las sesiones plenarias hasta el Debate de Política General de esta semana, parecía haberse resuelto con el pleno celebrado el martes, en el que JxCat y ERC aprobaron una moción que rechazaba en su primer punto la suspensión dictada por Llarena pero aprobaba en el segundo las medidas para hacerla efectiva, es decir, la sustitución de los afectados.