Los sindicatos de la Policía Nacional SUP, CEP, UFP y SPP han acusado al vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, de "mezquino" e "indecente" y de generar más tensión en Cataluña con las declaraciones en las que afirmaba que "los delincuentes del 1-O iban de verde y azul".

"Los delincuentes del 1 de octubre son los que iban de verde y de azul marino, y que entraron con porras en los colegios electorales. Ya está bien que la justicia hoy lo empiece a reconocer. Y haremos que lo reconozcan", dijo Aragonès al comentar el auto de la Audiencia de Barcelona que cuestiona la "proporcionalidad" de la actuación policial el 1-O.

A través de un comunicado, los cuatro sindicatos, en unidad de acción, muestran su "absoluta repulsa" por las manifestaciones de Aragonés. "Consideramos indecente e irresponsable que el vicepresidente de la Generalitat, institución española que representa a la totalidad de los catalanes, haciendo gala de una arriesgada torpeza, ponga de forma intencionada en peligro la frágil paz social existente en esa comunidad, provocando con ello un enfrentamiento estéril entre ciudadanía y fuerzas de orden público", subrayan.

Y añaden que "el amparo legal que le respalda como aforado no es más que un paraguas de cobardía que permite gratuitamente al señor Aragonès generar una tensión innecesaria entre una parte de los ciudadanos catalanes y los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado".

Entienden que con sus palabras Aragonès obtiene "una notoriedad mediática" a costa de la imagen de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.

Los sindicatos de la Policía Nacional exigen al resto de actores del ámbito político y, en especial, a los responsables del Gobierno central que, "de forma contundente", tomen las medidas que sean necesarias para corregir comportamientos "mezquinos como el protagonizado por este personaje".

Mientras, la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) se ha referido también en otro comunicado a esas declaraciones y ha recordado a Aragonès que el instituto armado y sus agentes son "merecedores del mismo respeto" que el vicepresidente reclama para la institución que representa y para sus compañeros encarcelados por cometer un acto ilegal".