La Embajada española en Egipto ha confirmado este viernes que no hay ciudadanos españoles entre los fallecidos en el atentado contra un autobús en los alrededores de las pirámides de Giza, que se ha saldado con cuatro muertos.

A través de su cuenta oficial de Twitter, la Embajada ha recomendado evitar la zona y seguir las indicaciones de las autoridades egipcias, así como mantener las precauciones recomendadas por el Ministerio de Exteriores.

Al mismo tiempo, el Gobierno ha condenado "en los términos más enérgicos" el atentado y ha expresado sus condolencias a los allegados de las víctimas. Además, ha reiterado su apoyo a las autoridades de Egipto en la lucha "contra la lacra del terrorismo y la amenaza que representa contra la convivencia y el desarrollo económico del país".

El Ministerio de Interior afirmó inmediatamente después del ataque que habían muerto dos turistas de nacionalidad vietnamita y agregó que otras doce personas --diez turistas vietnamitas y el conductor y un representante de una agencia, ambos de nacionalidad egipcia--, habían resultado heridos.

El primer ministro, Mustafá Madbuli, confirmó posteriormente que el representante de la agencia turística, que sería un guía, ha muerto en el hospital a causa de las heridas sufridas en el atentado. Asimismo, el fiscal general de Egipto, Nabil Sadek, ha señalado que otro de los turistas ha fallecido horas después del suceso.

Según las informaciones recogidas por el diario local 'Al Ahram', la bomba había sido adosada a una pared en la calle Al Mariuteya. Por el momento, ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque.

Sadek ha ordenado la apertura de una investigación para determinar la naturaleza del material utilizado en la fabricación de la bomba. Asimismo, serán incautadas las grabaciones de las cámaras de seguridad en la zona.