Ni la inmediatez de la investidura ni el próximo rol de socios del Gobierno de Pedro Sánchez moderan el discurso de Podemos. Una de sus máximas exponentes, Ada Colau, ha recuperado este 24 de diciembre los ataques al rey Felipe VI y a la Monarquía en la previa del discurso televisado del monarca, con Cataluña de nuevo sobre el tablero.

En una entrevista con eldiario.es, la alcaldesa de Barcelona se despacha contra la Casa Real y asegura que "la Monarquía no sirve para nada" salvo para "mantener el statu quo". "Es una cosa del pasado, totalmente antigua y desde el punto de vista democrático no se sostiene", dice la dirigente de los comunes sobre la institución, a la que tacha también de "machista".

La alcaldesa de Barcelona, bastión en el acuerdo de Podemos con Pedro Sánchez para gobernar España -los comunes se harán, previsiblemente, con la cartera de Universidades-, confronta ser monárquico con ser "demócrata" y niega el valor simbólico de la institución.

De la fidelidad en asuntos de Estado que Pedro Sánchez exigía a sus futuros socios en la fracasada investidura del verano, de momento no hay ni rastro. Esta misma semana, los propios comunes y otros destacados dirigentes de Podemos se lanzaron a alinearse con el mensaje del independentismo tras la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea respecto a la inmunidad de Oriol Junqueras.

Su ayuntamiento, contra la Monarquía

No es, ni mucho menos, la primera vez que Ada Colau pone a la Monarquía en el centro de sus críticas. De hecho, su acción política como alcaldesa de Barcelona ha ido encaminada en esta dirección.

El consistorio aprobó el pasado mes de octubre una declaración que abogaba por abolir la Corona por considerarla "caduca y antidemocrática" y ha sucumbido a innumerables presiones de los independentistas para suprimir nombres de calles y recintos.

Así, durante el mandato de Ada Colau, la avenida Príncipe de Asturias ha pasado a llamarse Riera de Cassoles, la rotonda de Juan Carlos I se denomina ahora Cinc d'Oros y los jardines Príncipe de Girona se han transformado en los jardines Baix Guinardó, entre otras actuaciones.