Es una de las inquietudes de los responsables políticos en Euskadi. Las importantes inversiones en el fomento, uso y conocimiento del euskera llevados a cabo en los últimos años no se corresponden en la misma proporción con la utilización cotidiana de la lengua. Hoy en el País Vasco asegura ser vascoparlante el 33% de la población, uno de cada tres ciudadanos. Hace casi tres décadas, en 1991, cuando el fomento institucional de la lengua comenzó a tomar impulso, lo hablaba un 24% de la población, siete puntos menos. Por el camino ha habido planes y programas millonarios que acumulan, según refleja el anuario 2020 del Servicio Vasco de Estadística (Eustat) publicado ayer, un desembolso por parte del Gobierno, las diputaciones y los ayuntamientos de algo más de 2.000 millones de euros sólo desde 2002.

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