Las palabras a veces viajan en el tiempo y nos teletransportan a un lugar de nuestra infancia. Tan solo es una pregunta sencilla lanzada al aire, pero todos responden al unísono. Es el famoso "¿Cómo están ustedes?" de los payasos de la televisión, al que niños y adultos incluidos clamaban a coro "bien".

Ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero parece que la sombra de Alfonso Aragón Bermúdez, más conocido como Fofó, permanezca intacta. Junto a sus hermanos Gaby y Miliki formaron la familia de payasos más conocida en la historia reciente de España. Sus apariciones en la pequeña pantalla no solo marcaron a la generación del "baby boom", también lo hizo con las siguientes generaciones, que heredaron sus canciones y programas.

Fofó nació en el Puente de Vallecas (Madrid) un 8 de febrero de 1923, hoy hace 100 años. Desde pequeño estuvo rodeado de espectáculo y circo. Su madre, de hecho, era la acróbata ecuestre Rocío Bermúdez Contreras, y pronto, junto con sus hermanos Gabriel y Emilio comenzó a trabajar en el Circo Price de Madrid.

En 1946 la familia abandonó España y se mudó a México y, más tarde, a Cuba. Ahí, el grupo "Gaby, Fofó y Miliki" apareció por primera vez en televisión. Trabajaron en Unión Radio, y su éxito provocó una gira por distintos países de Latinoamérica, que les llevó por Estados Unidos y Canadá y en la que llegaron a actuar con Buster Keaton y Ed Sullivan.

Conocidos como "los payasos de la televisión", volvieron a España en 1972, pero mientras en Estados Unidos y Sudamérica les alababan, en territorio español eran totalmente desconocidos por entonces. La televisión pública les fichó para El Gran Circo de TVE, que grababan en una gran carpa que levantaron en el madrileño pueblo de Vicálvaro. Este programa infantil reinventó el concepto del circo con música, canciones pegadizas y humor, mucho humor. Además, como se podría esperar, los payasos no se pintaban la cara. Fofó llevaba la nariz postiza, pero no roja, una peluca rubia, el sombrero rojo, y una camiseta XXL que le llegaba hasta los pies.

La música fue algo que les acompañó e hizo que crearan una banda sonora, como La gallina turuleca, Hola don Pepito, hola don José, El auto de papá o Susanita. Muchos niños de España e incluso Sudamérica crecieron con sus canciones. Fofó, al compás del acordeón, ponía voz a canciones que no tienen fecha de caducidad y que hoy en día recuerdan muchos, incluso los que nacieron más tarde de su época dorada.

Llegaron a rodar varias películas, las primeras en Argentina como Había una vez un circo. Se llegaron a hacer incluso cromos, juguetes, llaveros y hasta tebeos con los payasos más famosos de la televisión, grupo al que más tarde se sumarían "Fofito", el hijo mayor de Fofó, y "Milikito" -Emilio Aragón, hijo de Miliki".

El alma de los payasos

Para muchos, Fofó era el alma de los hermanos. Su inesperada muerte dejó huérfanos a millones de niños que crecieron viéndole en pantalla. Falleció a los 53 años a causa de una hepatitis B que, al parecer, contrajo por la transfusión sanguínea recibida meses antes en una operación de un tumor cerebral benigno que había superado con éxito.

Fofó se ha ido al cielo a cantar canciones a todos los niños que están en el cielo

La inesperada noticia conmocionó al país y 25.000 personas acudieron a despedirle en su entierro, una multitud que colapsó las calles hasta el cementerio. Incluso le dedicaron una calle en Vallecas y construyeron una estatua en el Parque de Atracciones de Madrid y otras en Murcia, Elche y Albox (Almería).

La despedida de sus hermanos en televisión será recordada como una de las más emotivas. "Hay una cosa muy importante que queremos deciros. Fofó está muy contento, está muy feliz. No está aquí con nosotros porque en el cielo hay muchos niños que lo esperaban y él, voluntariamente, se ha ido al cielo a cantar canciones a todos los niños que están en el cielo. Pero está contento él y también estamos contentos nosotros. Queremos que estéis contentos todos los niños de España, así que vamos a empezar el programa de hoy", contaron los hermanos Aragón a los niños.

Su ausencia dejó un hueco insustituible, y aunque el programa continuó unos años más hasta 1981, nunca fue lo mismo sin él. Las tensiones posteriores entre hermanos e hijos impidieron seguir levantando el proyecto. Gaby llegó a decir que su hermano Miliki y él, ambos directores artísticos, se habían distanciado por la participación de su sobrino.