En un principio le llamó la atención a unos pocos, pero es lo que tiene que te vean millones de personas la noche que todos los españoles se ponen ante el televisor. La polémica por la broma de Laura Yustres, Lalachus, con su estampita del Grand Prix en la retransmisión de las Campanadas de La 1 de TVE ha ido creciendo con las horas como una bola de nieve de Año Nuevo descendidendo por el trampolín de saltos de esquí de Garmisch-Partenkirchen.

Fue pocos minutos antes de las uvas, cuando la humorista de Fuenlabrada calentaba el gélido ambiente de la madrileña Puerta del Sol a base de chistes y chascarrillos con David Broncano. Antes de conseguir un saludo de Cristina Pedroche y Alberto Chicote, que retransmitían las campanadas para Antena 3 en una terraza vecina, Lalachus compartía con su compañero de programa un amuleto muy especial que aseguraba llevar siempre consigo, y más en una noche tan especial como la de fin de año.

"Es insultar gratuitamente"

A continuación, Yustres esgrimió ante la cámara una imagen plastificada de la vaquilla del Grand Prix 'caracterizada' como el Sagrado Corazón de Jesús. "Yo siempre llevo encima mi estampita de la vaquilla del Grand Prix", aseguraba Lalachus. "Esta es la mejor del mundo. Porque, escúchame, hemos crecido todos viendo el Grand Prix, lo importante que es la televisión, y la televisión pública en este caso más que ninguna... Estamos hechos de cachitos de tele", añadía la humorista.

"Ay, Dios mío", exclamaba Broncano entre risas. Y efectivamente se ha liado la de Dios, porque para muchos espectadores una imagen sagrada es más importante que la televisión, y no han sido pocos quienes en redes sociales, especialmente en Twitter/X, han expresado su malestar por la broma gráfica de Lalachus. Las reacciones han alimentado el trending topic de Broncano durante la mañana de Año Nuevo, pero también otro reprobable, Gorda, que recogía buena parte de las críticas a la humorista.

La mayoría de los comentarios provenían de católicos ofendidos por la banalización de una imagen sagrada. Pero también han venido de otras personas que no se consideran creyentes. Ha sido el caso de la escritora Lucía Etxebarría, perejil de muchas salsas tuiteras.

"Actualmente en Afganistán está prohibido que las mujeres hablen en la calle, que canten incluso dentro de sus casas, que salgan a la calle sin burka. Por ley, se tapian las ventanas de las casas en las que viven mujeres Lo verdaderamente provocador hubiera sido que Lalachus hubiera salido con un burka y luego se lo hubiera quitado", apuntaba la escritora. "Nadie hubiera hecho un bromazo con la imagen de Mahoma y una cabeza de toro. Nadie hubiera hecho un bromazo con una vaca con burka. No hace falta que seas católico para que veas que esto no tiene sentido y que esto es, sencillamente, cobarde. Es insultar gratuitamente (no había por qué) a unos creyentes, pero callarse la boquita respecto a otros. Y con dinero público".

"Al final vais a volver a poner al catolicismo de moda y vais a conseguir que un montón de jóvenes se hagan católicos, porque vais a provocar el efecto bumerán", apostillaba Etxebarría, dando por hecho la intencionalidad iconoclasta del chiste.

De Tebas a Bolaños: tercian las 'fuerzas vivas'

Con el correr de las horas, hasta el presidente de LaLiga, Javier Tebas, ha querido compartir su opinión sobre este escándalo de andar por casa –"inaceptable, irrespetuosa e infame"–, recordando que ya condenó la original ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París.

Las críticas al tono del show de Broncano y Lalachus, tachado de "casposo", "burdo" o "chabacano" por numerosos espectadores, conviven con las alabanzas que el presentador de La Revuelta viene cosechando desde que se incorporara a TVE esta temporada. Muchos usuarios han celebrado el uso de las lenguas cooficiales por parte de ambos durante la retransmisión, así como la reclamación del derecho a una vivienda digna o la reivindicación de "cuerpos no normativos" como el de Yustres. "Si en tres meses has conseguido esto, qué nos deparará 2025", le decía Lalachus a Broncano al final de la retransmisión brindando con cava sin alcohol.

Con el paso de las horas, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, no ha desaprovechado la oportunidad de terciar en la polémica, tras conocerse la intención de Hazte Oír de denunciar a Lalachus por su estampita. "Día 1 y primer intento de los ultras de amedrentar", ha escrito el ministro en su cuenta de Twitter/X, adhiriéndose al hashtag de apoyo a los cómicos.