Lo vivido en el último episodio de La Promesa marca un antes y un después. El suicidio de Eugenia (Alicia Moruno), tras disparar a Adriano (Ibrahim Al Shami) y robar a Andrés, deja un panorama desolador en palacio. Curro (Xavi Lock) no sale de una –la muerte de Jana, su hermana– para meterse en otra, la muerte de su madre adoptiva. 37 episodios duró la alegría en La Promesa de tener de vuelta a uno de los personajes mejor valorados por el público a pesar de su corta estancia. Parte de 'culpa' la tiene su intérprete, la sevillana Alicia Moruno (Arrayán, Rocío casi madre).

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Para la actriz, en conversación con el equipo digital de La Promesa y RTVE, interpretar nuevamente a doña Eugenia fue "muy bonito" y ver su cambio desde la distancia tras casi dos años ausente. Moruno se metió en la piel otra vez en Eugenia con mayor consciencia y saber su trágico final le ayudó a que las escenas previas fueran "más impactantes".

"Me parecía muy justo que Eugenia volviese. No soy la única que lo piensa", asegura la actriz. "Es una persona buena, sensible, y ha dado con gente de mal corazón y termina como termina. Y ella lo intenta. En la medida de lo posible se va orgullosa de lo que ha hecho", comenta. Alicia Moruno no dio crédito cuando se enteró de que su personaje había estado cuidado al hijo del marido (Alonso) de su hermana (Cruz).

"Los guionistas hacen un gran trabajo y con mi personaje me han regalado un auténtico caramelo", reivindica. En la entrevista, Alicia Moruno desvela que las secuencias de La Promesa no se graban de manera cronológica. He ahí su mayor dificultad, pues debía tener muy claro qué día era para saber la cantidad de láudano que Eugenia llevaba en el cuerpo. "Según donde estuviese, tenía una actitud u otra", aclara. La actriz se deshace en elogios hacia las coach de interpretación de La Promesa, Charo Sánchez y Amanda Marugán.

"Mis secuencias con Curro siempre están llenas de mucho amor. Aún siendo esto una despedida –me voy porque no aguanto más–, mi hijo, quieras que no, es la persona de la que he recibido amor. Es una secuencia muy frágil y muy fuerte. Es una secuencia muy dura. He sentido que literalmente moría porque desaparezco ya de aquí. Me voy de La Promesa y dejo a mi hijo con todo lo que le queda por encima", amplía. La secuencia favorita de Alicia Moruno es aquella en la que planta cara a Lorenzo (Guillermo) y le dice que nunca perdonará el daño que le ha hecho.

"Es una mujer buena, un ser de luz que le han hecho bullying", resume Alicia Moruno. La actriz, la última de tantos en marcharse de la telenovela, anima al público a continuar viéndola: "Pasarán cosas buenas y cosas malas. Ojalá que muchas buenas para Curro".

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