Los premios Emmy nunca serán los Oscar, aunque, hoy por hoy, las series de televisión gocen de mayor popularidad y accesibilidad que las películas. Hubo una época en que ver, por ejemplo, Mujeres desesperadas, Anatomía de Grey o Perdidos era, y perdón por la palabra, de frikis. Veinte años después, una de ellas, todavía en emisión, es de lo más visto en Disney+. Maratonear series de televisión era un rasgo de personalidad, e Internet ofrecía la posibilidad de conectar con tus semejantes, o sea, los seriéfilos.

Pero Netflix revolucionó hace una década al personal, y democratizó la afición, el hábito, por ver –consumir– series de televisión. Todo el mundo ve ahora series (espóiler: no). Todo el mundo escribe sobre series. Sin embargo, cabe preguntarse, así en el cine como en la televisión, si el público se guía por el algoritmo, por sus propios gustos e instintos o por los prescriptores, ya sea el viejo crítico de un periódico o un joven tiktoker. Ustedes tienen la respuesta.

Vayamos por partes. La edición número 77 de los premios Emmy tuvo lugar este domingo 14 de septiembre; una ceremonia que en Estados Unidos televisó la CBS –aquí Movistar Plus+ con sus comentaristas de rigor–, presentó el humorista Nate Bargatze y conmemoró el cuarenta aniversario de Las chicas de oro. Menos de 7 millones de personas vieron allá, en directo, la gala del año pasado.

Los más curiosos pincharán en X el hashtag de los premios Emmy 2025 para hacerse una idea de quiénes ganaron, quiénes perdieron y quiénes hicieron Historia. En cuanto a números, HBO (38), Apple (33) y Netflix (26) fueron las emisoras triunfadoras de la noche.

Javier Bardem, con Palestina

Owen Cooper, de Adolescencia, es, con 15 años, el varón más joven en ganar un Emmy. Tramell Tillman, de Separación, es el primer hombre negro en ganar el Emmy como mejor actor de reparto en una serie dramática. Javier Bardem, único español nominado al Emmy por Monstruos: la historia de Lyle y Erik Menendez (Netflix), se dejó ver en la alfombra roja con un pañuelo palestino y denunció el genocidio en Gaza.

Digamos que los votantes, los académicos de la televisión estadounidense, premiaron a una plataforma por hacer televisión de la de antes. ¡Hurra!

Un drama médico de toda la vida

Nos referimos a The Pitt, drama médico de HBO (Max), innegable actualización de Urgencias, cuya mayor revolución fue la emisión de 15 episodios, uno por semana, durante cuatro meses.

Cada entrega corresponde a una hora de un largo turno. Cinco premios se llevó: mejor serie dramática, mejor actor protagonista (Noah Wyle, su primer Emmy como intérprete tras 5 nominaciones por Urgencias), mejor actriz de reparto (Katherine LaNasa, como la enfermera Dana), mejor estrella invitada (Shawn Hatosy) y mejor casting.

En enero se estrenará la segunda temporada, 9 meses después del desenlace de la primera. Y ya hay incluso un tráiler de lo que vendrá. ¡Lo nunca visto!

The Pitt lo tenía, más o menos, fácil. De las otras 7 series nominadas, sólo Separación, drama 'laboral' de Apple TV+, podría hacerle sombra. Y lo hizo, más o menos, con Britt Lower como mejor actriz protagonista.

Si en los últimos Oscar, Mikey Madison (Anora) le pidió perdón a Demi Moore (La sustancia); Britt Lower debería hacer lo mismo con Kathy Bates (Matlock).

Andor, a pesar de ser el esqueje televisivo de Star Wars más celebrado, por político, y haber sido su último año; era pedir demasiado a sus votantes conservadores. Menudo salto de fe. Y aún así, la precuela de Rogue One se llevó el Emmy a mejor guión por el noveno episodio de su segunda temporada, Bienvenida a la rebelión.

Poco tenía que hacer The Last of Us, adaptación del videojuego homónimo a cargo de HBO, cuya segunda temporada perdió momentum y público. Aún así, es de celebrar que el género de la fantasía y la ciencia ficción se haya hecho un hueco en los Emmy gracias a Juego de tronos.

La 'Adolescencia' de Netflix

El otro gran drama de la noche fue Adolescencia, la miniserie de Netflix, grabada en plano secuencia, sobre el asesinato de una adolescente por parte de un compañero de instituto. De los 5 títulos candidatos como mejor miniserie, sólo 2 podrían haberle arrebatado el galardón: El pingüino, por haber integrado el desgastado género de los superhéroes –Batman, en esta ocasión– en los códigos de HBO (una de gánsteres), o Dying For Sex, comedia dramática en Disney+ sobre una mujer que se pone el mundo por montera tras serle diagnosticado cáncer terminal.

Michelle Williams, la titular que experimenta en lo sexual antes de morir, se fue de vacío, pero Cristin Milioti (la madre de Cómo conocí a vuestra madre) ganó el Emmy como Sofia Falcone, villana de Batman.

Pero, qué demonios: Adolescencia era el caballo ganador desde el momento en que rápidamente se convirtió en un fenómeno de audiencias. He aquí una de las funcionalidades de los Emmy: dar la razón al público. Qué bonito es cuando crítica y público se dan la mano.

Hollywood se ríe de su sombra

En comedia, los académicos ignoraron la tercera temporada del drama culinario The Bear (la obsesión del verano de 2022...) y premiaron, esta vez sí, a dos comedias sobre Hollywood que hacen reír: Hacks, por su cuarta temporada en HBO Max, y The Studio, por su debut en Apple TV+. La segunda se ha convertido, con 13 galardones (la mayoría, técnicos), en la comedia más premiada de los Emmy en su historia. Seth Rogen, productor, director, guionista y protagonista de The Studio, fue el hombre de la noche.

No son Hacks y The Studio, ni mucho menos, un caballo de Troya. Puede que ambas series sean una sátira de la industria del cine y la televisión, pero, al final del día, son una carta de amor.

Si The Studio se llevó loas en dirección y guion; las protagonistas de Hacks, Jean Smart y Hannah Einbinder, humoristas delante y detrás de las cámaras, se llevaron el gato al agua. El de Smart fue su cuarto Emmy consecutivo. Einbinder gritó 'Palestina libre' en su discurso de agradecimiento.

Puede que los mejores años de Hacks hayan pasado (habrá que ver la quinta y última temporada en 2026), pero la relación de estas dos señoras, tan diferentes y tan iguales, continúa siendo un espectáculo.

Una única revelación hubo en los premios Emmy 2025: la merecida victoria del humorista Jeff Hiller como un buen hombre de pueblo, homosexual y cristiano, mejor amigo de la protagonista, en la breve y sensacional comedia de HBO Somebody Somewhere, sobre una mujer (Bridget Everett) que, a sus cuarenta, debe volver a casa de sus padres tras el suicidio de una de sus hermanas. Si la ven, llorarán de la risa.