Los vientos políticos y los intereses de las productoras audiovisuales suelen azotar con una especial fuerza a Radiotelevisión Española. Sin embargo, lo que ha ocurrido durante las últimas semanas en la corporación ha dejado daños de una consideración más elevada de lo habitual. Tal es así que su presidenta provisional ha pedido "comprensión" y "confianza" a los directivos y a los sindicatos para tratar de evitar nuevos conflictos en Prado del Rey.

Concepción Cascajosa lo ha hecho en las diferentes reuniones que ha mantenido durante los últimos días, en las que ha intentado templar gaitas en la televisión pública, donde todavía humeaba los rescoldos del incendio que generaron, por un lado, el cese de Elena Sánchez y de José Pablo López; y, por otro, la aprobación de polémicos contratos como los de David Broncano y LACOproductora.

En esos encuentros -que se han producido durante los últimos días, según fuentes internas-, la nueva líder ha subrayado que su mandato no se extenderá más de medio año y que, en este tiempo, es necesario resolver asuntos de máxima urgencia, como el relacionado con los procesos de oposición que se celebrarán en los próximos meses de la corporación, los cuales decidirán los dueños de varios cientos de plazas.

Una casa en llamas

La situación con la que se ha encontrado Cascajosa no es sencilla. El Consejo de Administración que preside está dividido, por lo que es complejo conformar mayorías para sacar adelante los proyectos relacionados con la parrilla de programación o con los nombramientos de su equipo. Es una incógnita, entre otras cosas, la actitud que mantendrá Elena Sánchez, que se ausentó de las dos últimas reuniones del Consejo y que no está claro si apoyará a la actual presidenta o si optará por la 'hostilidad' en sus decisiones estratégicas.

Actualmente, RTVE no cuenta con un secretario general -cargo fundamental para su gestión y para la comunicación con el exterior-, ni con un director de Contenidos. A todo esto se une la permanencia en el cargo de Verónica Ollé, la jefa de Gabinete de Elena Sánchez, que todavía no ha sido cesada y que mantiene diferencias con varios consejeros y directivos, explican fuentes del Comité de Dirección.

Las dificultades podrían acrecentarse el mes que viene, cuando está prevista la lectura de la sentencia del Tribunal Supremo sobre el recurso que presentaron tres sindicatos de RTVE (USO, UGT y Sindicato Independiente) después de que el Consejo de Ministros otorgara poder ejecutivo a la anterior presidenta, Elena Sánchez.

Para ello, tuvo que realizar una modificación de los estatutos sociales de la corporación que causó un importante revuelo, dado que una parte de la oposición parlamentaria y de las fuerzas sindicales de RTVE consideró que era ilegal, pues otorgaba ‘ordeno y mando’ a una presidenta que no había sido elegida para desempeñar esa función por el Parlamento -y por mayoría de dos tercios, como exige la ley-, sino en una reunión del Consejo de Administración.

En caso de que el Alto Tribunal falle a favor de los demandantes, Cascajosa podría quedar desposeída de sus funciones más importantes. Pero, además -explican fuentes sindicales-, podrían llegar a presentarse reclamaciones judiciales para invalidar los contratos que se han firmado en RTVE desde la dimisión de José Manuel Pérez Tornero, en otoño de 2021.

Petición de paz social

A la vista de estas dificultades para gobernar la casa, Cascajosa ha pedido ""paz social" a sus directivos y a los sindicatos para poder cumplir con los objetivos que tiene marcados en su ‘corto’ mandato.

Fuentes internas apuntan a que durante este período de transición ha decidido apoyarse en el consejero Ramón Colom para gestionar todo lo relacionado con el área de contenidos. Lo ha hecho dada la experiencia en este ámbito de Colom, quien fuera director general de RTVE entre 1990 y 1996, así como responsable de Programación de Vía Digital (2000 - 2002), entre otros puestos.

Otro de los directivos que tendrá un peso importante en esta nueva etapa será José Luis Muñiz, quien se mantiene en el Comité Directivo desde la etapa de Pérez Tornero y cuyo perfil es experimentado. De momento, en la gestión de Contenidos ayudará Ana María Bordas, que cubrirá una parte del hueco que dejó José Pablo López tras su abrupta destitución.

Los noticiarios seguirán en manos de Josep Vilar, cuya figura no causa inquietud en el Ejecutivo de cara a este próximo período multi-electoral en el que los comicios al Parlamento Europeo y a las cámaras de País Vasco y Cataluña amenazan la débil estabilidad de Moncloa.

Una fuente de la alta dirección incide en que el armisticio que busca Cascajosa resulta difícil. Entre otras cosas, por la forma en la que llegó a la presidencia provisional -tras un conflicto interno que avivó la propuesta de contratación de David Broncano-, pero también por el complejo momento político que vive España, que provocará -estiman- que RTVE se convierta en un escenario más de confrontación política.

La paz nunca ha sido sencilla en la corporación, pero algunos sindicatos, como CCOO -según expresaba El Confidencial Digital- han garantizado una tregua a la presidenta tras estos contactos.