Una televisión en abierto. La idea no termina de convencer a los directivos de Prisa, pero el consejero editorial de la división de medios del grupo, José Miguel Contreras, ha intentado allanar el terreno en las últimas semanas -como contaba El Independiente este martes- para intentar que el Consejo de Administración del grupo apruebe esta inversión en el futuro cercano.

Uno de los grandes problemas a los que se enfrentaría es el de la concentración en el sector de la TDT, donde dos grupos -Atresmedia y Mediaset- aglutinan el 85% de la publicidad y donde los pequeños operadores pugnan por sobrevivir.

En los últimos años, no ha sido habitual la aparición de emprendedores en el sector de la televisión comercial. El último en 'llegar' al sector fue Squirrel Media, que adquirió las dos licencias de emisión que pertenecían a Vocento y que tenía alquiladas a Disney y a Paramount.

Las fuentes del sector consultadas por este periódico explican que la demanda de licencias no es ni mucho menos tan elevada como en el pasado, cuando las empresas presionaban a los gobiernos para que les concedieran más permisos de emisión.

¿Hay espacio para más operadores?

De hecho, consideran que 'no hay espacio para más operadores' en la televisión comercial, ante la caída paulatina de los ingresos publicitarios y del consumo; y ante un hecho que se plasma en varios países de Europa, y es que es muy difícil la existencia de tres operadores fuertes en el negocio.

En este sentido, recuerdan que propietarios de licencias, como Unidad Editorial, Secuoya o Radio Blanca alcanzan acuerdos con terceros operadores -las major internacionales- para surtir de contenidos a sus canales ante lo costoso que es producirlos.

La excepción, en este sentido, la constituye Trece, es decir, el canal de la Conferencia Episcopal, que apuesta por un modelo generalista, pero con el cual obtiene una audiencia muy escasa. El pasado abril fue del 1,7% de la cuota de pantalla.

En el Registro Mercantil figuran sus informes de cuentas desde su aparición, que sucedió en 2010. Desde entonces, ha registrado unas pérdidas de 108 millones de euros.

El fracaso de Godó

Algo similar le ocurrió al conde de Godó con su aventura televisiva, que consistió en la puesta en marcha de un canal (8TV) con el que quiso competir con TV3. Lo vendió hace tres años después de acumular un déficit a lo largo de una década que fue de 46 millones de euros.

La última aventura televisiva de Prisa fue la del canal Cuatro, actualmente propiedad de Mediaset y del cual se deshizo tras acumular pérdidas de muchas decenas de millones de euros.

En el momento en que transfirió la titularidad de la licencia, 2011, cada español consumía una media de 239 minutos de televisión diarios. El pasado abril, ese dato fue de 173.

Inversión en televisión

El mercado también ha decrecido desde entonces. En 2023, las marcas invirtieron 1.656,2 millones de euros en el sector, de los que el 85% los ingresaron Atresmedia y Mediaset, según las estimaciones de Arcemedia.

De los 292 millones restantes, un total de 130 se facturaron a través de Pulsa Media, que es la empresa que gestiona la publicidad de varios de los canales pequeños de la TDT y que comercializa los espacios mediante un sistema de pauta única, por el cual se ofrecen paquetes publicitarios de diferentes canales en distintas ofertas comerciales.

Una parte del 'alto mando' de Prisa -en la que se encuentran Contreras y Fran Llorente- confía en sacar adelante un proyecto dentro de este sector, al considerar que la editora de El País y de la Cadena SER debe estar presente en un sector empequeñecido, pero relevante, como es el de la televisión comercial.

Ahora bien, entre los empresarios del sector con los que ha podido hablar este periódico existen dudas con respecto al éxito que podría tener un nuevo canal en la TDT.