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Más de 5.000 ratones de la Universidad de Oviedo, sacrificados por una "infección vírica sin precedentes"

Estos ratones habían sido modificados genéticamente y habían "ayudado a tratar enfermedades incurables"

Ratón de laboratorio.
Ratón de laboratorio.

Más de 5.000 ratones con los que investigaba el catedrático en el área de Bioquímica y Biología Molecular en el departamento de Bioquímica de la Universidad de Oviedo, Carlos López Otín (Sabiñánigo, Huesca, 1958), han tenido que ser sacrificados hace unos meses por culpa de una infección "sin precedentes".

El episodio ha sido hecho público por el propio López Otín en una entrevista concedida al diario asturiano La Nueva España recogida por Europa Press.

Ha sido esta semana cuando ha trascendido la retirada de ocho de los artículos de Otín publicados entre 2007 y 2009 a requerimiento de la revista Journal of Biological Chemistry al apreciarse errores en las imágenes. Antes había sido retirado otro artículo en la revista Nature Cell Biology.

En la entrevista citada, Otín manifiesta su desacuerdo con la retirada de los artículos y explica que los errores no invalidan las conclusiones científicas. Pero además se refiere al episodio de los ratones y dice que los animales sufrieron una "infeccción vírica sin precedentes" en el Bioterio de la Universidad de Oviedo.

Eran ratones modificados genéticamente. La infección, ha explicado, obligó al sacrificio inmediato de unos animales "valiosísimos" para la Ciencia y la Medicina que habían sido "utilizados por investigadores de todo el mundo" y habían "ayudado a tratar enfermedades incurables".

López Otín, que se encuentra actualmente en la Universidad Pierre y Marie Curie de París (Francia), revela que el episodio de la pérdida de los ratones supuso para él y para sus estudiantes quedarse "sin futuro". A raíz de esos días, explica que perdió su "propósito vital" e incluso llegó a asumir que su propia vida "carecía de sentido".

Tuvo que recibir ayuda médica, ha revelado, lo que le llevó a una baja laboral con "tres meses de soledad y silencio casi absolutos". A partir de entonces, en julio de 2018, decidió trasladarse a París.

"Así de fuerte es el juego"

En cualquier caso, tanto en Asturias como en París, Otín señala que ha sido víctima de acoso. "El acoso pretende terminar con la destrucción del acosado. Cuando la situación alcanza a científicos reconocidos, el acosador y sus redes no sueltan a su presa hasta el final. En algunos países es un fenómeno que ha causado ya preocupación. Como se puede imaginar, hace falta ser muy fuerte para soportarlo y ya se han dado varios casos de suicidios entre los acosados", responde en una parte de la entrevista.

"Tampoco olvido que algunas de las personas que trabajaron en el laboratorio en el pasado están sufriendo el mismo acoso y la misma indefensión que yo padezco. Y por último recuerdo a los que animan a responder con agresividad, que pretendo recuperar mi estabilidad mental y no acabar engrosando la lista de los que se defendieron en un terreno que no es el nuestro, perdieron, y se suicidaron. Así de claro y así de fuerte es el juego", añade López Otín.

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