Los 39 cadáveres hallados este miércoles en un camión refrigerador en Essex (Reino Unido) corresponden a ciudadanos de nacionalidad china, que habrían muerto congelados tras pasar por lo menos 12 horas a temperaturas inferiores a 25 grados bajo cero.

La Policía británica arrestó ayer al conductor del camión en el que fueron descubiertos los cadáveres. Se trata de un joven de 25 años de Irlanda del Norte que permanece en prisión preventiva, aunque fuentes oficiales citadas por Telegraph aseguran que es "muy improbable" que el detenido conociera el contenido del contenedor ni estuviera al tanto de posibles planes para introducir a inmigrantes en el país.

Las autoridades han confirmado que el camión llegó a Essex en ferry desde el puerto de Zeebrugge, en Bélgica, donde había llegado durante la tarde del martes. El camión llevaba escrita en la luna principal 'Ireland' y está registrado en la ciudad costera de Varna, en Bulgaria, a nombre de una compañía de propiedad irlandesa.

El precedente de Dover

No es la primera vez que una desgracia similar sacude al Reino Unido. En el año 2000, 58 ciudadanos chinos fueron hallados muertos en la parte trasera de un camión en Dover, en el sur de Inglaterra, que también procedía del puerto belga de Zeebrugge.

En aquella ocasión, el conductor -Perry Wacker, de Rotterdam- fue condenado a 14 años de prisión por el asesinato masivo de 58 personas, que según la investigación "pelearon por respirar" dentro del contenedor y acabaron muriendo ahogados.

Ying Guo, un traductor chino residente en Essex, también fue condenado a seis años de cárcel por conspiración tras descubrirse que él sería el contacto de los inmigrantes a su llegada al Reino Unido.