La selección española ha arrancado con victoria frente a Finlandia (4-1) su camino en la Eurocopa femenina de fútbol. Pese a empezar por debajo en el marcador, las de Jorge Vilda se han rehecho para conseguir manejar el partido y voltearlo a base de tres cabezazos que han rubricado un dominio claro sobre el césped.

España, que partía como favorita al título hace semanas, ha ido recibiendo en su preparación los golpes en forma de lesión de sus estrellas, Jenni Hermoso y Alexia Putellas. Pero en el primer encuentro de la fase de grupos contra Finlandia ha demostrado tener argumentos para sortear las bajas.

El seleccionador optó de inicio por Irene Guerrero, la hasta ahora futbolista del Levante recién fichada por el Atlético de Madrid, como sustituta de Putellas. Pero el plan de partido se torció a los 50 segundos, cuando un balón largo cogió descolocada a la defensa y permitió que Sallstrom batiera a Sandra Paños por abajo de tiro cruzado.

El revés activó a la selección, que acosó la meta de Korpela por ambas bandas hasta colgar a la selección finlandesa de su larguero. España llevaba peligro en jugada trenzada y a balón parado, con continuos saques de esquina. Tras uno de ellos llegó un gol anulado a Patricia Guijarro, aunque el bueno llegaría en la siguiente acción, con una buena pelota de Mariona Caldentey que cabeceó imperial la capitana Irene Paredes.

España no soltó el acelerador, animado desde la grada por una Alexia Putellas visiblemente mermada físicamente pero muy metida en el encuentro. Con una posesión cercana al 70%, la selección encontró premio en un centro desde la izquierda de Mapi León que remató Aitana Bonmatí para poner a España en ventaja y dedicárselo a su compañera.

No hubo amago de reacción finlandesa en la segunda parte. España siguió acumulando ocasiones, tiró hasta en 32 ocasiones y dominó hasta que encontró el tercero tras una falta lateral que botó de nuevo León para la cabeza de Lucía García. Caldentey cerró de penalti en el descuento un partido que pone los cimientos de una España golpeada por las dudas antes del torneo, pero asentada en las certezas del primer partido.