El que fuera empresario, apoderado e importante hombre de negocios taurinos José Antonio Martínez Uranga, miembro de la larga saga de los "Chopera", ha fallecido hoy en San Sebastián, a los 89 años de edad, según han confirmado a EFE fuentes familiares.

Más conocido en el mundo del toro como "Choperita", Martínez Uranga (San Sebastián, 1934) se destacó desde los inicios de la década de los 60 del pasado siglo hasta 2016, cuando dejó de ser empresario de la plaza de Las Ventas, como uno de los personajes más decisivos y sagaces del peculiar entramado de despachos de esta actividad.

De hecho, sus primeros pasos en el negocio los dio acompañando personalmente a Paco Camino, al que apoderaba su familia y al que acabó apoderando él mismo durante gran parte de la carrera del gran diestro de Camas, así como hizo con otras muchas figuras, desde Paquirri a José María Manzanares y Dámaso González, pasando por Pedro Moya "Niño de la Capea", con quien tuvo también una especial vinculación.

Además, dirigió la administración de Luis Francisco Esplá o José Luis Galloso, ayudó en sus inicios al rejoneador Hermoso de Mendoza, que usó entonces varios caballos de su cuadra, especializada en el turf, presentó en los ruedos a la popular pareja de novilleros formada por los hijos de Litri y Paco Camino, ya en los años 80, y fue propietario de la ganadería de Miranda de Pericalvo.

Fue en la segunda mitad de la década de los 70 del pasado siglo cuando "Choperita" asumió un mayor poder e influencia sobre el espectáculo, regentando varias plazas de importancia en España y América y apoderando en exclusiva a los cuatro matadores que encabezaron el escalafón durante este lustro: Paquirri, Capea, Dámaso González y Manzanares.

La culminación de su larga trayectoria profesional le llegó ya entrado el siglo XXI, cuando ejerció, desde 2005 a 2016, como empresario de Las Ventas, la primera plaza del mundo, a través de la sociedades Taurovent y Taurodelta, aunque con resultados poco satisfactorios desde la crisis de 2008.

Desde su salida del coso madrileño, Martínez Uranga vivía al margen de los asuntos taurinos en su residencia de San Sebastián, dejando su legado en manos de su hijo Manuel Martínez Erice, también empresario y apoderado, que trabajó con él en su gestión de la Monumental de Madrid.

El empresario donostiarra formaba parte de la tercera generación de una importante dinastía de empresarios taurinos, que comenzó con su abuelo Venancio Martínez, más conocido como "Chopera", que fue contratista de cuadras de caballos de picar en las plazas de las tres provincias vascas y Navarra, y que continuó con sus vástagos Pablo y Manuel Martínez Elizondo.

De estos dos descendientes del fundador, fue su tío Pablo quien más hizo crecer el negocio familiar, cuya parte heredó el también famoso Manuel Martínez Flamarique, mientras que el empresario ahora fallecido y su hermano Javier, a los que se distinguió del resto de la saga con el apodo de "Choperitas", prolongaron el legado de Manuel y ejerciendo una absoluta influencia en los despachos más determinantes de la tauromaquia.