En el año 2021 el número total de intervenciones de cirugía estética en España ascendió a 204.510. Lo que significa que en sólo ocho años, desde 2013, se produjo un aumento del 215%. Lo cierto es que en los últimos tiempos el sector no ha dejado de crecer en nuestro país. Sólo la pandemia pudo frenarlo momentáneamente durante los meses de confinamiento total. Porque con la llegada de la llamada "nueva normalidad" el interés por la cirugía estética se disparó aún más.

Tiene sentido. Durante esa época muchas personas pudieron ahorrar más de lo habitual, porque con todo cerrado su gasto se redujo muchísimo. Y ese dinero lo destinaron a operarse. Pero además, el teletrabajo permitía que la gente pudiera pasar el posoperatorio en sus casas. Y la mascarilla hizo también su trabajo.

Por un lado, porque al ocultar gran parte del rostro la hinchazón de los primeros días después de una operación no era visible (algo que hizo que las cirugías de nariz, llamadas rinoplastias, aumentaran). Y por otro porque las partes de la cara que sí quedaban expuestas comenzaron a importar más a la gente. Por eso también crecieron las llamadas blefaroplastias, que corrigen las imperfecciones de los párpados.

Todos estos datos han sido extraídos del último informe de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), que engloba al 95% de los profesionales de España en esta materia. Un estudio que permite radiografiar la actividad del sector privado de la cirugía estética y reparadora de nuestro país.

Según SECPRE, en 2021 el total de procedimientos aumentó un 19,3% respecto a 2020. Aunque hay mucha diferencia entre los dos sexos: "Un 85% de las intervenciones fueron a mujeres, por un 15% a varones. No obstante, se aprecia que los varones se interesan cada vez más por la cirugía estética, creciendo a un ritmo ligeramente superior al de las mujeres. Aunque no se puede obviar que, a pesar de ello, la cirugía estética sigue siendo una actividad eminentemente femenina".

"La mujer siempre se ha preocupado mucho más de su aspecto físico. Pero eso del hombre descuidado ha pasado a un segundo plano. O incluso a un tercer o cuarto plano. Las intervenciones en varones van a ser cada vez más frecuentes", explicó el doctor José María Picó Álvarez durante la presentación del informe.

Si se segregan los datos por edades se puede observar que las intervenciones a mayores de 60 años representan un 6,5% del total, un dato ligeramente superior al del 2013. Por su parte, los menores de 18 años representan únicamente un 1,7% del total, habiendo experimentado igualmente un ligero incremento. Aunque para SECPRE esta cifra "derriba el mito de las cirugías estéticas en menores"

"Un paciente con 16 años puede acudir solo y sin autorización de sus padres. Pero lo que vemos es que a esas edades sólo se opera a los niños que sufren patologías que no van a mejorar con el tiempo, por lo que no tiene sentido esperar. Y muchas veces tiene que ver con el concepto del bullying, que es cada vez más frecuente", detalló el doctor Picó.

Por ese motivo los menores de 18 años demandan sobre todo la otoplastia o cirugía de las orejas, con un 51,3% del total, aunque un número significativo de mujeres (16,2%) y varones (13,7%) de esta edad se sometieron a una intervención para reducir el tamaño de las mamas.

Y con los más mayores sucede otra cosa. "La edad de los pacientes está aumentando por la mejora de la calidad de vida. Hace 10 años si una paciente de 70 años me hubiera pedido una reducción de mama hubiera pensado que estaba loco, y hoy en día son cosas que están pasando", relató Picó.

Tendencia del sector y amenazas

"Las perspectivas de futuro se prevén halagüeñas, la percepción de los principales actores en la actividad se orienta a un incremento de las intervenciones de cirugía estética en los próximos tres años, pero hay que admitir que estas especulaciones están muy condicionadas nuevamente por la coyuntura económica, un tanto deteriorada en los últimos meses a causa de la guerra en Ucrania y la subida generalizada de los precios", se recoge en el informe.

El 84,8% de los responsables de centros y el 80,4% de los cirujanos consultados por SECPRE consideran que "el número de operaciones de cirugía estética en España se incrementará en los próximos 3 años". Sin embargo, desde la sociedad también consideran que la profesión está seriamente amenazada por el intrusismo.

"Desde fuera muchos ven que aquellos que se realizan operaciones estéticas tienen mucho dinero, y conducen todos Ferraris fantásticos. Y eso se une a que se tiene la percepción de que la cirugía estética es fácil. Cosa que no es así. Hay procedimientos sencillos, pero no fáciles. Pero todo esto provoca que haya gente que quiera meterse a hacer sus pinitos en la profesión pensando que esto lo hace cualquiera y se gana mucho dinero. Y luego pasa lo que pasa", aseguró el doctor José Luis Vila Moriente, que lamentó que "tuvieran que morir personas" para que la regulación avance.

Porque la normativa actual, explican desde SECPRE, es bastante laxa. A día de hoy todos los médicos que obtuvieron su título antes de 1995 están amparados por la ley para realizar intervenciones quirúrgicas, aún cuando su formación académica no sea estrictamente la adecuada. Es decir, pueden hacerlo sin haber cursado la especialidad de cirugía plástica, reparadora y estética vía MIR.

Esto, sin embargo, tiene matices. Y es que existen especialidades médicas como la otorrinolaringología, la oftalmología o la cirugía oral y maxilofacial que, dentro de su campo de estudio, han estudiado en profundidad la nariz, los párpados o la mandíbula. Por lo que podrían realizar con plenitud de garantías esas cirugías en concreto.

Pero lo que sucede muchas veces es que estos especialistas se esconden debajo de titulaciones ambiguas, presentándose como cirujanos estéticos, cirujanos cosméticos u otras designaciones que confunden a la ciudadanía. Y en esos casos puede ocurrir que un otorrinolaringólogo, que está perfectamente capacitado para realizar una operación estética de una nariz, acabe operando también los párpados de una persona. A pesar de no tener formación para ello. Y con todos los riesgos que eso implica.

La esperanza de SECPRE es la Proposición no de Ley sobre cirugía estética y lucha contra el intrusismo y las pseudociencias aprobada en el Congreso en septiembre de 2022. Una iniciativa que tiene como objetivo regular la actividad de la cirugía plástica y estética para que sea desarrollada por especialistas con la titulación adecuada.