El pasado 27 de febrero Nicolás Notario, de 53 años, salió a practicar paddle surf por la zona de Benajarafe (Málaga). Iba solo y no llevaba móvil. Sobre las 17:00 horas se lanzó al mar, y media hora después, al ver que no regresaba, su mujer decidió dar la voz de alarma al 112 de Andalucía. De inmediato Salvamento Marítimo inició la búsqueda, desplegando incluso un helicóptero Helimer 207 para prestar apoyo. Estuvieron buscándolo hasta las 20:00 horas, cuando tuvieron que suspender las labores por falta de visibilidad. A primera hora del día siguiente lograron reactivarlas, y se confirmó lo peor. El cadáver de Nicolás fue hallado a cinco millas de Caleta de Vélez.

No es un caso único. Lo cierto es que, aunque el paddle surf tiene fama de ser un deporte muy accesible, algo que ha impulsado su explosión en España en los últimos años, la lista de gente a la que le ha costado la vida es cada vez más larga. Otros tuvieron más suerte y pudieron ser rescatados a tiempo. Por eso ahora, que con la llegada de las temperaturas primaverales mucha gente aprovecha para echarse al mar, merece la pena repasar los peligros a los que se exponen aquellos que lo practican y las recomendaciones de los expertos para evitar cualquier incidente.

"El paddle surf ha crecido mucho desde la pandemia. La gente vio la libertad que da estar en el agua sin contacto con otras personas. Además, al ser muy fácil de practicar puede participar cualquiera, y te da acceso a visitar calas y zonas de la costa a la que muchas veces no puedes acceder de otra manera", explica Miguel Llaves, instructor de paddel surf en Algeciras. "Precisamente por esto no hay edad para practicarlo, hay gente de todo tipo. En España tenemos a Dani Parres, que es campeón del mundo en varias categorías con 56 años. Pero yo también suelo ver a muchos niños pequeños", añade.

Sin embargo, Llaves hace una distinción importante. El auge de este deporte ha llegado, según su punto de vista, con la gente que lo practica como hobby. Gente que mete la tabla hinchable en el maletero del coche, se la lleva y la saca cuando apetece. O que la alquila en la propia playa. Gente que la usa, en definitiva, "como si fuera una colchoneta", y que han "masificado" las playas. Luego están los que lo practican como deporte, de manera amateur o profesional. Pero en este ámbito, según el experto, no ha habido grandes cambios en los últimos años.

Los integrantes de este primer grupo son los que corren más riesgos. "Los que quieren practicarlo como deporte suelen dar clases, y tienen una cierta condición física. Pero los que lo hacen como afición no tanto, lo que miran únicamente es el precio de las tablas. Es entendible", afirma Llaves. Aún así, según su experiencia, lo más habitual es que lo practiquen en grupo. Algo que aplaude: "Yo a las personas que lo practican solas las veo muy inconscientes. Muchas veces no conocen el deporte ni el ámbito en el que lo practican, el mar, que es muy impredecible. Aunque lo domines, el paddle surf hay que hacerlo siempre acompañado. El mar no es una broma, y hay que respetar sus normas de seguridad. Pero hay poco conocimiento y previsión".

Pedro Perales, director técnico de la Escuela Nacional de Socorrismo (ENSSAP), apunta en la misma línea: "Tenemos que concienciar a la gente de que no se metan donde no puedan llegar. Y que sepan que aunque seas un nadador perfecto puedes tener problemas serios si haces caso omiso de las recomendaciones. Pero el problema es que ponemos el ocio por encima de la seguridad. Nosotros vamos a empezar ya las campañas de Semana Santa, pero hay máxima preocupación de cara a verano. Vamos a intentar que pase lo mejor posible, pero por desgracia habrá muchos más ahogamientos en paddle surf y en otras disciplinas. La confianza mata al hombre".

Recomendaciones de seguridad

Llaves ve imprescindible llevar el chaleco salvavidas y el teléfono móvil siempre que se practique paddle surf, incluso aunque se vaya en grupo. A partir de ahí, recomienda también ir acompañado de alguien que tenga experiencia. Y algo innegociable es estudiar el tiempo que hará ese día y el estado del mar. Aunque, siendo relista, es consciente de que nadie cumple con todo esto. "Como mucho se llevan el móvil para hacerse fotos", lamenta. En cambio, lo que si suele ver es que la mayoría de personas se atan la correa que les une la pierna a la tabla. Al menos un punto positivo.

Pero, incluso aunque se cumpla con todas las recomendaciones nunca se está del todo seguro. Llaves lo ilustra: "El año pasado salí con amigos, varios de ellos instructores de paddle surf, a hacer una ruta de Tarifa a Algeciras, que son 22 kilómetros. Es un trayecto de unas tres horas y media o cuatro, y lo estudiamos bien, incluso para que el viento fuera a nuestro favor a la hora de remar. Llevábamos de todo: remos de repuesto, comida, ropa de neopreno para abrigarnos... Pero a mitad de camino a un amigo le dio un infarto. Estábamos en una zona sin cobertura, así que tuvimos que remolcarlo hasta un lugar desde el que pudimos llamar para que vinieran a buscarlo".

"Los problemas vienen cuando nos alejamos más allá del área de seguridad de 200 metros que delimitan las boyas amarillas. Las mareas, los vientos y las tormentas pueden cambiar muy rápido. El mar puede estar como un plato y al momento siguiente muy picado. Y el paddel surf es un deporte en el que usamos nuestra fuerza, pero la naturaleza gana a los humanos", resume Perales. El experto señala otro punto importante, que es evitar las horas centrales del día porque el sol puede provocar mareos, desmayos e incluso quemaduras en nuestro cuerpo.

Aún así, si llegado el caso, nos encontramos en una situación complicada y vamos solos, el consejo de Perales es muy claro: mantener la calma, agarrase al punto más flotante que tengamos a mano y esperar a que alguien de la alarma. Si estamos fuera de la zona de seguridad de las boyas, es muy probable que pase alguna embarcación cerca. Aunque el experto apunta que sería necesario establecer un sistema de comunicación por radio entre los paddle surfistas y las empresas similar al que utilizan los socorristas en las playas.

"Yo no he visto sistemas así utilizándose en el paddle surf, pero sería positivo. Sobre todo para la gente que está aprendiendo", remata Llaves, que cuenta que él cuando sale de ruta utiliza una aplicación, conectada a Salvamento Marítimo, para avisarles cuando inician el trayecto, informarles de cuál es el tiempo estimado y confirmarles que todo ha ido bien y no ha habido ningún percance una vez la han finalizado.