Este domingo 31 de marzo, España pasará al horario de verano . A las dos de la mañana tendremos que cambiar las agujas del reloj y ponerlas a las tres. Con este cambio, nos preguntamos: ¿dormiremos una hora más o una hora menos?

Estos últimos días hemos podido ver cómo el día se alarga progresivamente, con la llegada de la primavera. Este fenómeno nos recuerda que es hora de ajustar nuestros relojes y adaptarnos al horario de verano, una medida exigida por la Directiva 2000/84/CE de la Unión Europea para aprovechar mejor las horas de luz.

La transición al horario de verano se llevará a cabo en la madrugada del 30 al 31 de marzo. A las 02:00 horas, las manecillas del reloj deberán adelantarse una hora, pasando directamente a las 03:00 horas. Es importante recordar este ajuste para evitar confusiones en nuestros horarios diarios.

¿Dormimos más o menos con el cambio de hora?

Con la llegada del horario de verano, nos enfrentamos a una serie de ajustes en nuestros ritmos diarios. Una de las principales dudas que surgen es si dormiremos más o menos con este cambio horario.

Este ajuste implica que dormiremos una hora menos. Cuando las agujas del reloj marquen las 02:00 de la madrugada del domingo, se deberán adelantar hasta las 03:00 horas. Por lo tanto, perdemos una hora de sueño esta noche.

Este cambio en el horario puede tener consecuencias en nuestra salud y bienestar. La Sociedad Española del Sueño ha señalado en repetidas ocasiones que estos cambios pueden perturbar nuestros ritmos biológicos internos, generando desajustes y afectando a nuestra calidad de sueño. Es importante prestar atención a nuestros hábitos de sueño en los días siguientes al cambio horario para minimizar estos efectos.

El cambio de hora no está exento de controversias. Aunque se implementa con el objetivo de aprovechar mejor la luz natural y ahorrar energía, algunos expertos advierten sobre los efectos negativos en nuestra salud.

La Sociedad Española del Sueño ha señalado en repetidas ocasiones que estos cambios pueden perturbar nuestros ritmos biológicos internos, generando desajustes y afectando a nuestra calidad de sueño. Esta preocupación ha llevado a un debate a nivel mundial sobre la conveniencia de mantener o abolir el cambio de hora.

A nivel europeo, la Comisión Europea propuso abolir esta práctica en 2018, tras una consulta pública en la que la mayoría de los participantes se mostraron a favor de poner fin al cambio de hora. Sin embargo, hasta el momento, esta propuesta no ha sido adoptada de manera definitiva.

Beneficios y desafíos del cambio horario

Aunque el cambio de hora tiene como objetivo principal aprovechar mejor la luz natural y ahorrar energía, sus beneficios y desafíos son motivo de debate.

Entre los beneficios potenciales se encuentra el ahorro energético, especialmente en iluminación. Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el cambio horario podría representar un ahorro significativo en el consumo de energía eléctrica. Además, muchos defensores argumentan que el horario de verano permite disfrutar de más tiempo de luz natural durante las tardes, lo que puede tener un impacto positivo en el bienestar general y en actividades al aire libre.

Sin embargo, también existen desafíos y preocupaciones asociadas al cambio de hora. Uno de los principales es su efecto en la salud y el sueño. Los cambios repentinos en los horarios de sueño pueden causar trastornos del sueño temporales, fatiga y dificultades de concentración. Algunas personas pueden tardar varios días en adaptarse completamente al nuevo horario, lo que puede afectar su rendimiento laboral y su calidad de vida.