La Policía Nacional detuvo este lunes a un ciudadano gambiano de 26 años por presuntamente comandar una patera que transportó a 23 migrantes desde las costas de Argelia hasta Mallorca, según informaron fuentes policiales. 

Según informa Europa Press, la embarcación, de apenas 6 metros de eslora, llegó el pasado viernes a la isla tras una travesía de 24 horas en condiciones de extrema precariedad, sin chalecos salvavidas, bengalas ni sistemas de seguridad.

El arrestado, identificado como miembro de una organización criminal, habría cobrado 1.800 dólares a cada migrante —la mayoría de origen somalí— por el viaje. La patera, equipada con un único motor y 15 bidones de combustible, superaba ampliamente su capacidad máxima, lo que incrementó el riesgo de naufragio durante la navegación. 

Los ocupantes, que no sabían nadar, dependían únicamente de un GPS para orientarse, según consta en las investigaciones.

Agentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras lograron identificar al detenido tras analizar la ruta y las comunicaciones de la embarcación. El joven enfrenta cargos por favorecimiento de la inmigración irregular y pertenencia a organización criminal, delitos que podrían acarrearle hasta 6 años de prisión.

Este caso se enmarca en el repunte migratorio que vive Baleares: en 2024, las llegadas irregulares aumentaron un 158% respecto al año anterior, con 5.846 personas arribadas en 348 pateras. Solo en mayo de 2025, las autoridades han interceptado 144 migrantes en menos de 24 horas, evidenciando la intensificación de rutas desde el norte de África.

La Delegación del Gobierno en Baleares alertó sobre el riesgo creciente de estas travesías, donde el 70% de las embarcaciones carecen de medidas básicas de seguridad. Mientras, la Unión Europea debate reforzar los controles en el Mediterráneo occidental, donde España se ha convertido en el principal destino de las mafias tras el endurecimiento de políticas en Italia y Grecia.