Un edificio ocupado en el centro de la capital fue desalojado esta mañana por la Policía Nacional, en una operación que transcurrió sin incidentes y bajo estricta supervisión judicial.

El inmueble, situado en la calle Azacayas, llevaba ocupado desde enero por una veintena de personas que habían manifestado su intención de convertirlo en un centro social para el barrio.

El dispositivo policial se activó alrededor de las cinco de la madrugada. Los agentes, siguiendo el protocolo establecido, accedieron al edificio repartiendo fotocopias de la orden judicial de desalojo entre los ocupantes.

El proceso se desarrolló de forma pacífica: los ocupantes abandonaron el inmueble de manera escalonada, recogiendo sus pertenencias personales y sin oponer resistencia. La identificación de los presentes fue realizada en el momento, tal y como dictaba la resolución judicial, que también otorgaba un plazo máximo de 24 horas para la retirada de efectos personales.

La actuación policial contrasta con un intento anterior de desalojo, ocurrido en enero, cuando una empresa privada intentó expulsar a los ocupantes sin autorización judicial, lo que derivó en enfrentamientos, cargas policiales y varios heridos. 

En esta ocasión, la presencia de una orden judicial y la coordinación con las fuerzas de seguridad han permitido que el proceso se complete sin altercados.

La sentencia judicial también insta a la propiedad a tomar medidas para evitar futuras ocupaciones y garantizar la conservación del inmueble. El conflicto en torno a este edificio, que había sido escenario de protestas y reivindicaciones sociales, parece llegar así a su fin, al menos por el momento.

El caso refleja la creciente presión sobre la ocupación de inmuebles en el centro de las ciudades y la importancia de los procedimientos legales para resolver estas situaciones de manera pacífica y ordenada.