El arranque de octubre no ha traído buenas noticias para los usuarios del Metro de Madrid. Este martes 1 de octubre de 2025, miles de viajeros se han encontrado con un panorama que se está volviendo demasiado habitual. Trenes abarrotados, andenes colapsados, pasillos atascados y minutos de espera que multiplican el tiempo de un trayecto.

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Muchos usuarios han difundido videos, imágenes y quejas en sus redes sociales. En ellas muestran con claridad el problema. Varios testimonios han sido reposteados en X por el político Óscar Puente, que ha aumentado el malestar general. Lo ha hecho con vídeos y fotos grabados en estaciones como Nuevos Ministerios, Avenida de América o Plaza de España.

El gran causante: las obras de la Línea 6

El núcleo del problema está en la Línea 6, la más utilizada de la red con más de medio millón de viajeros diarios. Desde el 6 de septiembre permanece cerrado el tramo entre Moncloa y Legazpi. Esto se debe a obras de mejora de la línea que se extenderán hasta finales de diciembre.

La llamada "circular" es clave para conectar barrios y facilitar transbordos. Su cierre obliga a redistribuir miles de pasajeros hacia otras líneas. También hace que dependan de autobuses sustitutorios (SE6, SE5 y lanzaderas). Los usuarios denuncian que ellos también circulan llenos y con esperas excesivas.

Aunque la Comunidad de Madrid insiste en que el cierre es necesario para modernizar la línea y garantizar mejoras futuras, la realidad diaria es que el impacto sobre los viajeros es inmediato y notable.

Líneas más afectadas

  • Línea 10: en las últimas semanas ha tenido varias averías, como una puerta rota en un tren en Plaza de España. Esto provocó retrasos en cadena en varias estaciones. Es una línea muy usada porque cruza la ciudad de norte a sur, así que cualquier problema aquí afecta mucho al resto.
  • Línea 5: también ha sufrido retrasos y paradas temporales, sobre todo en zonas como Acacias. Además, muchos viajeros de la Línea 6 se trasladan a esta, lo que hace que vaya todavía más llena.
  • Línea 7: la "línea naranja" se ha convertido en una de las más utilizadas desde que cerraron parte de la Línea 6. Muchos pasajeros la usan para moverse entre puntos clave como Guzmán el Bueno, Avenida de América o Estadio Metropolitano. El resultado: trenes mucho más llenos en las horas punta y andenes abarrotados, sobre todo en estaciones donde hay transbordos.

En paralelo, las líneas 1, 2, 3 y 8 están viviendo más aglomeraciones de las habituales, sobre todo en las horas punta.

Trabajadores extra en los andenes

Para controlar la situación, Metro ha puesto a unos 120 empleados más en estaciones con mucha gente. Su misión es ayudar a organizar el acceso a los trenes, guiar a los viajeros y, en momentos puntuales, regular la entrada a los vagones.

En redes sociales muchos los llaman "empujadores". Sin embargo, la Comunidad de Madrid insiste en que son jefes de sector. Aseguran que simplemente apoyan en la gestión del flujo de personas. En sitios como Nuevos Ministerios incluso se ha cerrado el paso a los andenes durante unos minutos. Esto ha supuesto la queja de muchos viajeros.

En redes sociales la indignación crece cada minuto. Algunos usuarios cuentan que tienen que dejar pasar tres o cuatro trenes antes de poder entrar. Otros se quejan de pagar un abono mensual para luego no llegar a tiempo al trabajo.

Un problema que va más allá

Más allá de las obras en la Línea 6, los expertos recuerdan que el metro de Madrid ya funciona al límite en las horas punta. Cualquier pequeño fallo se convierte en un gran atasco que afecta a toda la red.

Hasta finales de diciembre, cuando acabe el corte en la circular, no parece que la situación vaya a mejorar. Y con esto, muchos usuarios se preguntan: ¿está preparado el metro de Madrid para soportar la presión creciente de una ciudad que cada día depende más de él?

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