Cuando el árbitro pitó el domingo el final del partido ante Portugal, cientos de aficionados saltaron al césped del Central para abrazar a los jugadores de la selección española de rugby. Estaban eufóricos por la clasificación al Mundial de Francia 2023, un hito que solo se había conseguido una vez, allá por 1999. El rugby ha cambiado mucho desde entonces: el deporte se profesionalizó, el gimnasio se convirtió en religión y la licra sustituyó a las tradicionales camisetas de algodón.

Pero hay algo que se mantiene prácticamente igual en el caso español: el estadio de la Complutense, el Central, con sus gradas de hormigón, sus setos, sus árboles y el bar de siempre. Sigue sin asientos individuales, sin tornos electrónicos y con ese aroma a deporte amateur y universitario que siempre le ha acompañado. España pasará de lograr el billete en un campo anacrónico a codearse con las mejores selecciones del mundo en algunos de los estadios más rutilantes y espectaculares. "Nosotros no podemos añorar lo que nunca hemos tenido y nuestro presupuesto es el que es", explica a este periódico el director general de la Federación Española de Rugby (FER), Sergio Gericó, que confía en que el éxito del Mundial sirva para potenciar el deporte y dotarlo de mejores infraestructuras a medio plazo. Actualmente el presupuesto de la FER es de cinco millones de euros.

El Central, propiedad de la Universidad Complutense y levantado en 1927, es actualmente la sede de la selección española y el domingo congregó a cerca de 6.000 espectadores en el triunfo ante Portugal por 33-28. "Yo creo que habríamos llenado un estadio de 20.000 personas", añade Sergio Gericó. Pero, ¿qué impide al XV del León disputar sus encuentros como local en un estadio más grande y moderno?

La final de copa de 2016 se disputó en el estadio José Zorrilla de Valladolid con 27.000 espectadores"

En la Federación han realizado varios estudios para analizar la viabilidad de cambiar de sede, pero es un terreno complicado. "Si queremos un estadio propio, estamos hablando de que necesitaríamos una inversión de unos 15 millones de euros, así que esa vía está descartada", continúa el director general.

Una opción viable es poner de acuerdo a todas las administraciones para un plan de negocio a largo plazo. Para ello, la FER asume que tendría que sentar en la misma mesa a Ayuntamiento, Comunidad, Consejo Superior de Deportes y World Rugby, el organismo que rige el deporte a nivel mundial. "Sabemos que World Rugby tiene interés en España y les vamos a pedir ayuda", indica Sergio Gericó. "La otra vía es llegar a acuerdo con clubes de fútbol. Hay muchos estadios de propiedad municipal que ceden su uso exclusivo a clubes de fútbol. Es una pena que haya estadios financiados con dinero público que solo se usen para el fútbol".

Un cheque de 700.000 euros para empezar

La clasificación de España al Mundial de Francia 2023 le garantiza a España un ingreso de 700.000 euros por parte de World Rugby para los preparativos de cara a la cita. Pero el impacto que va a tener en la Federación no se va a quedar ahí: también recibirá un dinero (aún por determinar) por cada partido jugado en el Mundial y además los patrocinadores ya están llamando a las oficinas de la FER. Al fin y al cabo, el Mundial de rugby es el tercer evento deportivo más seguido del mundo, solo por detrás de Juegos Olímpicos y Mundial de fútbol.

"Estamos hablando de un enorme escaparate para las marcas, que tendrán un retorno a nivel mundial. Desde el domingo por la tarde hasta hoy ya hemos recibido varias llamadas. Antes éramos nosotros los que llamábamos a las marcas y nos decían 'ya hablaremos'. Ahora nos llaman y nos dicen '¿Cuándo hablamos?'", apunta Sergio Gericó.

Además, World Rugby organizará varios amistosos de categoría en España antes del Mundial, con lo que implica de taquilla y derechos televisivos. "Todo eso, sumado al impacto mediático, nos puede dar una gran fuente de ingresos para construir un proyecto sólido y pegar un salto todavía más grande deportivamente hablando".

32.328 licencias de rugby en España

España ocupa ahora mismo el puesto 15 en el ranking Mundial de World Rugby, la mejor clasificación de su historia. "El rugby español está sano y está creciendo", señala en ese sentido el director de desarrollo de la FER, César Archilla.

En 2014, en España había 25.000 licencias de este deporte. Y antes de la pandedmia se alcanzaron las 37.000. Actualmente se han reducido por el coronavirus, pero el número vuelve a crecer y se sitúa en las 32.328 licencias. "Con esta clasificación al Mundial calculamos que habrá un crecimiento del 25% en las licencias porque esto va a acercar el rugby a muchas familias", comenta Archilla.

"Vamos a lanzar campañas en los colegios para meter el rugby en el tejido educativo y vamos a poder mejorar estructuras. Todo esto lo hemos conseguido con los medios que tenemos y ahora se nos abre una puerta muy grande con el Mundial".