Los pescadores de los dos barcos que han acudido al rescate del Vilaboa Uno, naufragado esta madrugada a seis millas de la costa de Santander, han asegurado que llegaron al lugar del hundimiento media hora después del aviso del pesquero y todos estaban "en shock" y ya "no se veía el barco", solo algún aparejo y boyas.

Estos dos pesqueros sí pudieron rescatar, ayudados por Salvamento Marítimo que acudió después al lugar, a siete tripulantes del barco -uno de ellos grave- y a los dos pescadores que habían fallecido. Otro permanece aún desaparecido.

Antonio Fernández Sanjosé, patrón del Siempre Nécora, con base en la localidad cántabra de Colindres; Lamine Faye, pescador de ese barco; y Miguel Ángel Rosales, tripulante del Ave Fénix, el otro pesquero de Santander que acudió al lugar, han contado a los periodistas cómo ha sido el rescate de sus compañeros.

Los tres pescadores han atendido a los medios de comunicación en el puerto pesquero de Santander, donde este lunes se ve tristeza por el fallecimiento de dos de los diez tripulantes del Vilaboa Uno, y preocupación por la desaparición de otro pescador, al que se busca en el lugar del hundimiento, a seis millas de cabo Mayor.

El patrón del Siempre Nécora ha explicado que sobre las dos de la madrugada recibieron el aviso del barco con base en Santander de que se estaban hundiendo. En media hora que tardaron en llegar a la zona, solo vieron aparejos, dos boyas y un globo baliza del patrón del pesquero, que tiene unos 32 metros de eslora. "No se veía nada el barco", ha insistido.

Ha asegurado, sin embargo, que no preocupaba el buque sino sus tripulantes, siete de los cuales rescató este pesquero, uno de ellos ya fallecido, aunque intentaron reanimarle.

Entre estos siete rescatados estaba el patrón del Vilaboa Uno, pero Fernández Sanjosé ha señalado que no se habló, todos estaban "en shock" y solo se les atendió para evitar la hipotermia.

No entiende este patrón qué ha podido ocurrir, ni conoce si, como apuntan algunas fuentes, ha podido ser una vía de agua en el casco, pero sí ha asegurado que el mar estaba "en calma chicha" y no había casi viento ni oleaje.
El Ave Fénix, con base en el puerto de Santander como el pesquero naufragado, ha sido el segundo buque en acudir al lugar avisado sobre las 3:30 horas y al llegar lo único que ha hecho es rescatar a otros dos tripulantes, uno de ellos que se encontraba "un poco grave" y el otro "bien", ha explicado uno de los miembros de su tripulación, Miguel Ángel Rosales, que no ha podido aguantar las lágrimas.

"Sí, claro, son de aquí, del muelle", ha explicado Rosales a los periodistas que le han preguntado si conocía a los pescadores fallecidos, uno de los cuales era de Santander y residía en el barrio pesquero y, según fuentes de esa zona, era "muy conocido" e iba a jubilarse próximamente.

Lamine Faye, pescador del Siempre Nécora, ha insistido en que todos los tripulantes del Vilaboa Uno que estaban en el agua llevaban el chaleco salvavidas, pero del barco "no se veía nada, solo un poco el arte (aparejos)". "Estaban en shock, todos muy mal", ha afirmado este tripulante de origen senegalés.

En declaraciones a EFE, el segundo patrón del Siempre Nécora, José Ramón Fernández, ha explicado que los rescatados estaban con el "miedo en el cuerpo" y les han proporcionado "mantas, ropa, café y algunos se han sentado cerca del motor de la embarcación para entrar en calor, o en la cocina".
"No les hemos querido preguntar nada. Bastante tenían con el susto que han pasado", ha apuntado y ha explicado que el suceso les ha pillado mientras navegaban hasta San Vicente de la Barquera a la pesca de la caballa.