La Policía Nacional detuvo el 22 de mayo de 2025 a un promotor inmobiliario en Huesca por una macroestafa de más de 800.000 euros vinculada a la venta fraudulenta de 30 trasteros y plazas de garaje a 26 víctimas.

Según informa Europa Press, el arresto, enmarcado en la operación "GTO", reveló un esquema elaborado donde el investigado comercializó propiedades que no le pertenecían, aprovechando su experiencia en el sector.

El detenido, vecino de Huesca sin antecedentes penales, obtuvo en 2022 un derecho preferente de compra sobre un local en la calle Joaquín Costa. Durante el año de opción, transformó el espacio en trasteros y garajes, vendiéndolos sin regularizar las obras en urbanismo ni registrar las modificaciones. Los compradores, en su mayoría locales, adelantaron pagos tras ser convencidos de acelerar los trámites, pero el vendedor no acudió a las citas notariales programadas en tres ocasiones, inventando excusas.

Las víctimas, ahora consideradas "usurpadoras" por la empresa propietaria del local, enfrentan la pérdida de sus inversiones y complicaciones legales. La estafa salió a la luz cuando el plazo de compra expiró y el propietario original inició acciones judiciales para recuperar el inmueble. Los afectados denunciaron que el promotor carecía de derechos legales para enajenar los bienes, pese a presentar documentación aparentemente válida.

Este caso se suma a antecedentes similares en la región, como el de 2019 en Biescas, donde un agente inmobiliario vendió un piso con hipoteca oculta, resultando en una condena de cinco años. Las autoridades destacan la importancia de verificar la titularidad real de las propiedades y evitar pagos anticipados sin formalización notarial.

El detenido fue puesto en libertad con cargos, mientras la investigación continúa para determinar posibles cómplices. La Audiencia Provincial de Huesca ya ratificó el desahucio de los compradores, quienes exigen justicia en uno de los mayores casos de estafa inmobiliaria en la comunidad en años recientes.