La Guardia Civil ha confirmado oficialmente que la muerte de una mujer de 38 años en Aldeanueva del Camino (Cáceres) se investiga como caso de violencia de género, según informaron fuentes del Instituto Armado este martes 27 de mayo de 2025. 

Según informa Europa Press, el suceso, ocurrido en una vivienda de esta localidad de unos 700 habitantes, ha dejado al descubierto un nuevo episodio de la lacra social que supone la violencia machista en España.

Los hechos se produjeron alrededor de las 08:30 horas, cuando el Centro de Emergencias 112 de Extremadura recibió una alerta sobre un posible homicidio. Al llegar al lugar, los agentes encontraron el cuerpo sin vida de la víctima, con heridas compatibles con arma blanca, y a un varón de 39 años con lesiones, identificado como su pareja sentimental. 

Según testigos y fuentes cercanas al caso, el presunto agresor habría apuñalado a la mujer antes de arrojarla por el balcón de la vivienda y lanzarse él mismo, en un intento de suicidio.

La víctima y el herido, que no figuraban en el Sistema VioGén —el registro estatal para la protección de mujeres en riesgo—, mantenían una relación estable y tenían un hijo de 14 años, quien se encontraba en el instituto durante el suceso. El menor recibe actualmente apoyo psicológico por parte de los servicios sociales.

El delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, ha subrayado la importancia de abordar este crimen desde una perspectiva de género, aunque ha evitado adelantar conclusiones hasta que finalice la investigación. Por su parte, la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha expresado en redes sociales su condena rotunda: «Cada crimen machista es una tragedia que nos golpea a todos».

La Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Guardia Civil de Cáceres lidera las pesquisas, que incluyen pericias forenses y testimonios de vecinos. Aunque el herido no tenía antecedentes por violencia de género, las autoridades mantienen abierta la línea de investigación sobre su posible responsabilidad.

Este caso se enmarca en un preocupante repunte de agresiones machistas en España, pese a los esfuerzos institucionales. Organizaciones feministas han convocado concentraciones en Cáceres y Plasencia para exigir medidas más efectivas de prevención y protección. Mientras, el teléfono 016 —recurso para víctimas— ha registrado un aumento de llamadas en la región tras conocerse el suceso.

La sociedad extremeña afronta ahora el duelo por una nueva víctima, cuyo nombre se mantiene en reserva, mientras la Justicia trabaja para esclarecer los detalles de una tragedia que vuelve a poner en evidencia la urgencia de combatir la violencia estructural contra las mujeres.