Un nuevo episodio de robo de cable de cobre ha vuelto a poner en jaque la movilidad ferroviaria en el área metropolitana de Barcelona. La madrugada del lunes 14 de abril de 2025, los trenes de la línea R3 de Rodalies comenzaron a registrar retrasos superiores a los 15 minutos tras detectarse la sustracción de cable entre las estaciones de Moncada Ripollet y Mollet Santa Rosa, según informa Europa Press.

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Este incidente se suma a una preocupante serie de robos similares que han afectado gravemente el servicio en los últimos meses.

El robo, aunque de una cantidad aparentemente pequeña —apenas 40 metros de cable—, se produjo en un punto estratégico del sistema ferroviario, a escasos 300 metros de la estación de Montcada Bifurcació. 

Esta ubicación, de difícil acceso y rodeada de vegetación y terraplenes, es clave para la red de Rodalies, ya que concentra numerosos cambios de agujas, señales y equipos de comunicación y seguridad. 

La acción no solo interrumpió la electrificación, sino que también generó una sobretensión que provocó incendios en el cableado y daños en los sistemas de señalización, comunicaciones y seguridad.

Como consecuencia directa, los trenes de la R3 y otras líneas sufrieron importantes demoras, con retrasos que superaron los 15 minutos y, en algunos tramos, la suspensión total del servicio. 

Técnicos de Adif se desplazaron de inmediato para trabajar en la reparación de las instalaciones, pero la magnitud de los daños impidió establecer una previsión clara para la recuperación total de la normalidad. 

Renfe recomendó a los usuarios buscar medios de transporte alternativos, mientras que se reforzaron los equipos de información en las estaciones para atender a los viajeros afectados.

El incidente ha reavivado el debate sobre la seguridad en la red ferroviaria catalana y la frecuencia de estos robos, que en lo que va de año ya suman decenas de casos en la provincia de Barcelona. 

Las autoridades investigan si se trata de un simple robo o de un acto de sabotaje intencionado, dadas las circunstancias y el momento del suceso, que coincide con días de especial relevancia social y política.

Mientras tanto, miles de usuarios de Rodalies ven nuevamente alterada su rutina diaria, evidenciando la vulnerabilidad de una infraestructura esencial para la movilidad en Cataluña.

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